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Tentaciones
mundo friki

"Manuela Carmena es una vieja tarada"

Te presentamos al tertuliano más agresivo de la televisión. Después de conocer a Pepe López y su programa El Chanchullo, los debates de Intereconomía te parecerán la asamblea de un centro cívico

Marina Geli, antigua consejera de sanidad catalana, es "una guarra y una puerca"; el terremoto de Haití fue una manera "un poco aparatosa de limpiar el planeta"; David Fernández "no tiene edad para llevar esa pinta de kale borroka de quince años" y la sandalia que levantó en la comisión de investigación a Rodrigo Rato "debe oler fatal". Intentad adivinar qué frase pronunció Ana Rosa Quintana, qué ex abrupto es de Eduardo García Serrano de Intereconomía, y qué cita pertenece a Salvador Sostres; Sostres, ya sabéis: ese columnista qué llamó gorda -no gordita, como la definió Alfonso Rojo, sino gorda- a la alcaldesa de Barcelona Ada Colau. Estas declaraciones, bien sea porque se hayan proferido en entornos considerados moderados, se hayan querido inscribir dentro de códigos humorísticos, o hayan contado con disculpas a posteriori, son cada vez más comunes en cadenas de televisión tan claramente polarizadas como la ya mencionada Intereconomía o 13 TV.

La popularidad obtenida por dichos personajes y los medios que les dan voz se fraguó, en su gran mayoría, a costa de otras plataformas. Por un lado, se han convertido en materia prima de zappings de todo tipo, así como también en el sueño húmedo de los guionistas de El Intermedio, programa decisivo para que la Sexta goce de su actual popularidad. YouTube, por otra parte, también ha sido imprescindible para hacer virales opiniones sobrias y constitutional friendly como ésta.

Este fenómeno tiene un precedente inmediato: los artífices de La Hora Chanante acabaron por contraer una deuda impagable, cuando a todas luces debería haber ocurrido justo lo contrario, con aquellos usuarios que se dedicaron a subir sus momentos favoritos del programa al famoso portal de vídeos, convirtiendo algo que podía haber permanecido en el ghetto de la televisión de pago, contra todo pronóstico y a golpe de visionados, en parte incontestable del mainstream humorístico español. La diferencia sustancial, claro, la encontramos en las preposiciones: la gente se ríe con Muchachada Nuí.

Establecidos ya los páramos en los que nos vamos a adentrar, es hora de retirar la sábana que cubre la jaula: Pepe López, propietario de la televisión canaria Mi Norte TV, es el tertuliano incendiario de moda, y sus vídeos de El Chanchullo y de Y a ti ¿qué te pica? corren como la pólvora por grupos de WhatsApp. Aunque sólo conduce uno de los dos espacios, su labor en ambos es la de eclipsar al resto de colaboradores asegurando que Monedero es un boñigo, Oriol Junqueres y Artur Mas unos comemierdas, Manuela Carmena es una vieja ridícula y tarada, y Nicolás Maduro un troncomierda. Las madres de Guillermo Zapata y del "mierda pinchada en un palo2 de Pablo Iglesias comparten, dice, oficio. ¿Varoufakis? Un chuloputas elegido por gandules. ¿Las activistas de Femen? Pencos y putas de veintinco y la cama infectadas de ladillas hasta la frente. ¿Andrés Iniesta? Andrés Iniesta es, simple y llanamente, un papafrita.

Rebuznos aparte, la gesta de Pepe López es significativa: ha conseguido erigir el primer programa político que, además, es completamente honesto en sus formas: si la radicalidad de emisoras ultracatólicas ha intentado transitar, con sus baches, por un cuestionable decoro, El Chanchullo y las intervenciones de López no han pasado por ningún filtro de corrección ni política, ni de cualquier otro tipo.

El formato, del mismo modo, también hace gala de esa flácida desnudez: los contertulios no están cara a cara, sino sentados uno al lado del otro y mirando al frente, prestos a romper la cuarta pared dirigiéndose a cámara para intervenir. Si la gente señala la poca pluralidad de opiniones que reina en ciertos programas, en el sentido más intrínseco, ibéricos, la propia puesta en escena de El Chanchullo niega abiertamente la disidencia. El debate lo mantienen, sí, pero no entre ellos: interpelan directamente a un espectador que, en el mejor de los casos, queda estupefacto; en el peor, asiente.

Cuñado hiperbólico, y discípulo sin saberlo (al menos en uno de los dos casos) de Encarna Sánchez y el Eric Cartman de South Park, este youtuber involuntario llamado Pepe López es también la pesadilla de cualquier abogado defensor, y no sólo por sus declaraciones: al increíble Hulk de Mi Norte TV le impusieron 18 días de multa y los pagos del juicio, donde se sentó en el banquillo de los acusados, por vejaciones e intento de agresión a Damián Marrero, portavoz del Comité Local de Sí se puede en Los Realejos. Si en la capital son polemistas como Hermann Tertsch los que  han sufrido agresiones, en las islas se giran las tornas y cómo: Pepe López quizás sea el único canario con problemas con la justicia que, además y os juramos que no es un fan-made, tiene su propio politono

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