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Barbie se baja de los tacones

Diez diseñadores españoles crean por primera vez zapatos planos para la muñeca, que refleja una mayor diversidad étnica

Barbie, de izquierda a derecha, con zapatos de Victoria, Agatha Ruiz de la Prada y Krack.
Barbie, de izquierda a derecha, con zapatos de Victoria, Agatha Ruiz de la Prada y Krack.

Cuando Claudia Pérez Polo era niña, su madre no le dejaba tener muñecas Barbie pero ella se dedicaba a cambiar de estilo a las de su prima. “Les cortaba el pelo y les pintaba tatuajes”, recuerda. Ahora ha podido resarcirse de aquel recuerdo de infancia. Como fundadora de la marca Naguisa, que hace zapatos de suela de yute y otros materiales naturales, forma parte del grupo de diez diseñadores españoles que ha bajado a Barbie de sus tacones de aguja. Así que ha creado para Barbie unas sandalias con plataforma de corcho forrada en piel, “de construcción muy cañera”.

La muñeca también puede llevar ahora zapatillas de Münich y Victoria, unos mocasines bicolor de Krack o botines planos estilo años sesenta de Margo Cardona. En Castañer le han puesto a Barbie un par de sus clásicas alpargatas, “unas Campesina, que son la evolución de nuestro modelo más icónico”, explica Rafael Castañer, que cree que “a todas las mujeres les sienta bien una cuña y a Barbie también”.

Hasta hace poco, la muñeca, que acaba de cumplir los 56, no hubiera podido calzarse ninguna de esas piezas, puesto que estaba diseñada para llevar sólo zapatos de tacón, con sus famosos pies en punta. El detalle, igual que sus proporciones anatómicamente imposibles, siempre indignó a los críticos del juguete. “Sí, Barbie puede ser arquitecta o bombera, pero sólo si se viste como una bombera-stripper”, señalaba la periodista Rebecca Atkinson en un artículo en The Guardian en el que argumentaba por qué no le compraría una Barbie a su hija.

De izquierda a derecha, la muñeca, vestida con zapatos de Naguisa, botines de Margo Carmona, alpargatas de Mint&Rose y cuñas de Castañer.
De izquierda a derecha, la muñeca, vestida con zapatos de Naguisa, botines de Margo Carmona, alpargatas de Mint&Rose y cuñas de Castañer.

Los nuevos zapatos de Barbie forman parte del lavado de cara que Mattel está haciendo a su producto señero, que incluye un esfuerzo por hacerla más diversa y representativa. “Ahora está disponible en ocho tonos de piel, con 18 variedades de ojos y 22 peinados diferentes”, apunta Elvira Sanjurjo, encargada de marketing de la marca en España, que cree que así conseguirá “representar a todas las mujeres para que las niñas vean reflejado el mundo de Barbie en lo que ven a su alrededor”.

La muñeca no vive su mayor momento de popularidad. En Estados Unidos, sus ventas llevan tres años consecutivos en descenso y cayeron un 16% tan sólo en 2014, debido al fuego amigo de la línea de Princesas Disney y más concretamente de los juguetes de Frozen, que también pertenecen a Mattel. Pero también, como señalan desde la web especializada TTPM, a que la edad de juego con muñecas se ha acortado. Antes se contaba con que ese mercado cubría una franja de edad de los tres a los nueve años, pero en los últimos años se ha comprobado que se abandonan en torno a los seis.

Las nuevas Barbies, que además de zapatillas llevan estilismos más cercanos a los de sus competidoras -las Monster High, también de Mattel– reciben el nombre de fashionistas y buscan acercarse al mercado de esas otras muñecas más modernas. “El fashion play es el mayor departamento de la marca y en estos momentos es una prioridad para nosotros incorporar nuevos looks y estilos”, confirma Sanjurjo.

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