El retiro playero de Warhol a la venta por 76 millones
Mickey Drexler, propietario de la finca de Montauk donde veranearon Mick Jagger y Jackie O., intenta rescatar su marca J Crew con esta operación
Asiduo visitante en las fincas y retiros playeros de la península de los Hamptons en Long Island, cuando Andy Warhol decidió finalmente comprar una propiedad en esta zona recurrió a una vieja amiga la directora creativa de Vogue en los cincuenta, Tina Frederiks, reconvertida en los setenta en agente inmobiliaria. Cuentan que fue una tarde lluviosa en 1972 cuando tras recorrer playa tras la playa, y mansión tras mansión en las distintas aldeas hamptonitas, Warhol y Paul Morrisey acompañados por Frederiks finalmente llegaron a la punta, a los acantilados de Montauk. El pueblecito que mantiene su nombre original indio conservaba entonces su peculiar estilo, y a diferencia de otros exclusivos enclaves de la zona tiene estación de tren y varios moteles populares con un toque kitsch. En la actualidad es el enclave surfero y joven por excelencia, la zona más hispter-yuppie de los Hamptons con autobuses de línea que realizan un trayecto directo hasta Brooklyn.
Warhol encontró allí hace más de cuatro décadas la perfecta sucursal costera de su Factory. En un espectacular terreno de ocho hectáreas sobre el mar, propiedad de un magnate que hizo su fortuna con el bicarbonato, el arquitecto Stanford White había diseñado en los años treinta un encantador “campamento” de pesca. Se trataba de la finca Eothen (palabra griega que significa hacia el este), donde dispuestas como un conjunto de cabañas, había una casa grande (con siete dormitorios y cuatro chimeneas) y cuatro casitas más pequeñas, un establo y un garaje. No hubo que mirar más, Warhol quedó prendado y la operación se cerró por 201.000. Así arrancó la leyenda glamurosa y bohemia, con mucho rock and roll, de Montauk.
Esta semana esa misma finca ha sido puesta a la venta por 85 millones de dólares. Su actual propietario, Mickey Drexler --dueño J. Crew la marca de ropa que atraviesa un momento complicado-- ha decidido capitalizar la inversión que hizo en el retiro playero de Warhol, cuando compró en 2007 esta propiedad por 21 millones y la renovó con la ayuda del arquitecto Thierry Desmont. Drexler que se ha visto forzado a despedir a 175 empleados de su empresa, de paso también ha puesto en el mercado su piso neoyorquino de Tribeca (por 26 millones) y otra su otra casa de los Hamptons, en Wainscott (por 23 millones). El compañero de Warhol, Morrissey cedió más de la mitad del terreno para su conservación cuando puso a la venta “Eothen” en 2000 por 45 millones. Pasaron los años sin comprador a la vista y finalmente Drexler se la llevó por casi la mitad. Quizá sea el peso de la leyenda lo que ahora ha subido de nuevo el precio.
Desde Dolly Parton a Liz Taylor, pasando por Lou Reed, Grace Jones, Sting o Truman Capote, los visitantes a la casa de Warhol en Montauk quedaron retratados en las Polaroids del artista, que a menudo mandaba a sus colaboradores en la Factory a la playa y se quedaba él en la ciudad. Aquel primer verano de 1972 la casa principal fue alquilada por la fabulosa Lee Radziwill, la hermana de Jackie O., que también se dejó caer por allí con sus hijos. Al fin y al cabo ellas habían crecido en la mansión familiar unas millas más abajo, en la zona más exclusiva de los Hamptons y allí en una casa contigua a la de su padre seguían su tía Big Edie y su prima Little Edie, en la destartalada mansión donde David y Albert Maysles rodaron el documental Grey Gardens también en aquel 1972. Warhol iba algún que otro fin de semana, y como recordaba años después su colaborador en la revista Interview Bob Coachello, el artista bromeaba diciendo que iba a poner una placa junto a sus camas que dijera “Jackie durmió aquí”. Pero es que además Eothen contaba con un plus añadido, un vecino imponente: Peter Beard, el apuesto fotógrafo, definido por Warhol como un “Tarzán moderno”. Lee Radziwill había acompañado a su íntimo Truman Capote en la gira de los Rolling Stones y había conocido a Beard ese mismo año.
El propio Jagger también pasó por Montauk aquel primer verano y tres años después su banda alquiló la finca a Warhol por 4.490 euros y acamparon en Eothen para preparar su siguiente gira. Cuentan que el tronar de las guitarras se escuchaba por todo el pueblo. Montauk se llenó de groupies, Warhol trabó amistad con la pequeña Jade y entre Mick y Keith Richards compusieron Memory Motel, la canción dedicada a uno de los establecimientos hoteleros del pueblo. Y como dice la letra “eres solo un recuerdo de un amor pasado”.
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