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CONVERSACIÓN GLOBAL
Columna
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Netanyahu juega a la ruleta con su mayoría en la Knesset

Una investigación sobre casinos, prostitución y drogas implica al vicepresidente del Parlamento

Juan Carlos Sanz

Cuando se cuenta con una mayoría de un solo voto, cualquier diputado se convierte en absolutamente imprescindible. El primer ministro israelí, el conservador Benjamín Netanyahu, ha tenido que hacer equilibrios en la cuerda floja de la Knesset para salvar a su Ejecutivo pentartito, apuntalado por una raspada coalición de 61 escaños en un Parlamento de 120 escaños. Una investigación del Canal 2 de televisión aireada la semana pasada ha implicado al vicepresidente de la Cámara, Oren Hazan, en un escándalo cuando dirigía un casino de juego de Burgas (Bulgaria), donde el recién elegido diputado del Likud —el partido del jefe de Gobierno— supuestamente facilitaba prostitutas a los clientes y consumía drogas.

El presidente de la Knesset, el también militante del Likud Yuli Edelstein, le suspendió poco después de su cargo para evitar que pudiera presidir el pleno del Parlamento en su ausencia. Ante la amenaza de que una investigación de la Fiscalía General israelí sobre la conducta del vicepresidente de la Cámara acabara desestabilizando al Gobierno, el líder de la oposición, Isaac Herzog, le echó un capote político a Netanyahu. El jefe de filas del Partido Laborista le garantizó —pese a las críticas de dirigentes del centro-izquierda— que no encabezaría una moción de censura mientras se depuraban las responsabilidades del parlamentario.

Todo parecía bajo control, pero esta misma semana el Canal 10 de la televisión israelí ha destapado otro escándalo en el que estaría envuelto Hazan. El suspendido vicepresidente de la Knesset ha sido ahora acusado de acosar sexualmente a las empleadas de un bar que regentaba hace cuatro años en Tel Aviv, donde presuntamente bailaba cada noche tras la barra en paños menores.

Para acabar de complicarle las cosas a Netanyahu, el fiscal general de Israel, Yehuda Weinstein, ha acordado reabrir una investigación penal sobre Hazan por la supuesta agresión a un funcionario municipal de Ariel, un asentamiento de colonos judíos en el corazón de la Cisjordania ocupada por Israel desde 1967 donde reside la familia del diputado del Likud.

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

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