_
_
_
_

El ‘playlist’ de Jean Paul Gaultier

El diseñador ha reunido algunas de sus canciones favoritas en un disco que parece haberse elaborado solo para darse el gusto de meter entrar al mundo discográfico

Grace Jones y Jean Paul Gaultier.
Grace Jones y Jean Paul Gaultier.FilmMagic

Jean Paul Gaultier ya no es un chico malo. Pero sigue llevando el pelo de punta como si estuviera recién electrocutado. Ahora, 39 años después de haber lanzado su primera colección, es un señor que ha decidido disfrutar de su vida y de su trabajo. Prueba de ello ha sido renunciar a la producción de su colección prêt-à-porter para centrarse en alta costura. También lo es, haber reunido algunas de sus canciones favoritas –17 en concreto– en un disco que lleva su nombre y que parece haberse elaborado solo para darse el gusto de meter la patita en el loco mercado discográfico.

La compilación de estos temas pone de manifiesto las inspiraciones sonoras que Gaultier ha tenido a lo largo de su vida. El ruido de la calle (que tanto le ha inspirado) y las máquinas de coser se han ido mezclando con la música de las artistas que ha convertido en sus musas. Madonna, Catherine Deneuve, Kylie Minogue o más recientemente, Conchita Wurst (quién ganó Eurovisión 2014) han encendido y mantenido la mecha de la creatividad del creador francés.

Esta no es la primera vez que Gaultier flirtea con la música. Ya lo hizo a finales de los años 80 con el single How to do that (Cómo hacerlo), el tema que cierra la compilación. Una canción que recuerda a aquel Pump up the volume, de M.A.R.R.S y cuyo videoclip era fiel reflejo del diseñador francés: maxi escenografía, estilismos dominados por el más es más y un lenguaje corporal cercano a los movimientos de los modelos sobre la pasarela. Sus desfiles han tenido siempre algo de vídeo musical, no casualmente.

Él mismo ha declarado que es más de canciones y de vídeos que de discos completos. A Madonna la descubrió, ha asegurado, en de Holiday. Allí ella vestía un corsé por fuera, pero no era uno de los suyos. Y eso, ha declarado, le dolió.

Nacido en una barriada francesa y criado por mujeres con caracter, Gaultier consiguió darle la vuelta a una prenda que en origen tenía mucho de aparato de tortura para convertirlo en una demostración de la fuerza femenina. A mediados de los setenta viajó a Londres. Visitó Sex, la sex shop desde la que Vivianne Westwood y Malcom McLaren crearon la estética punk. Aquella reconversión de la parafernalia bondage le marcó casi tanto como el corsé que vestía el protagonista de la película The Rocky Horror Picture Show.

Cuando en 1990 diseñó el vestuario de la gira La ambición rubia para Madonna, la pieza era el corsé con el pecho picudo. Esa lencería tan agresiva, de seda y en color rosa palo, no solo mostraba el espíritu rebelde de Madonna sino lo superlativo de su personalidad. La opulencia sexual, el fetichismo y la voluntad de dominación se daban cita en escasos metros de tela con una cremallera central (desde el esternón hasta el pubis), estructuras cónicas y perforaciones por las que se vertían y entrecruzaban cuerdecitas.

Jean Paul Gaultier.
Jean Paul Gaultier.

Todo esto se encuentra en un disco en el que exhibe su fascinación por lo femenino, -aparte de Madonna, están Juliette Greco, Kylie Minogue o Gossip-, y por lo ambiguo, incluye canciones de Culture Club, Amanda Lear, Grace Jones o Conchita Wurst-. Pero llama la atención un ausencia, la malograda Amy Winehouse, una de sus últimas musas, que inspiró su colección primavera- verano de 2012.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_