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Porque lo digo yo
Columna
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Cárcel VIP

Bárcenas, Pantoja, Ortega Cano. Más delgados, con pelazo, francamente buen aspecto. La prisión parece haberles sentado más que bien

Jose Ortega Cano se reencuentra con su familia a su salida de la prision de Zuera.
Jose Ortega Cano se reencuentra con su familia a su salida de la prision de Zuera.Cordon Press

Bárcenas, Pantoja, Ortega Cano. Más delgados, con pelazo, francamente buen aspecto. La prisión parece haberles sentado más que bien.

A lo largo de los últimos días los hemos visto desfilar por las portadas. Bárcenas, lleno de energía; tanto, que ha solicitado el reingreso en el PP. Ortega Cano, como nuevo y en los toros, que es lo suyo. Isabel Pantoja, pletórica, después de su buen comportamiento intramuros, y con media España pendiente de su primer permiso carcelario.

Les pasa un poco como a los que van a Supervivientes y, después de sufrir penalidades, reaparecen. Con un color envidiable, delgados por la falta de comilonas de compromiso y la mente más clara gracias a las horas en las que no se puede hacer nada más que pensar. Renovados, aunque lo hayan pasado mal.

Es curioso que la tele, con tan notables inquilinos como tienen las prisiones españolas, y que siempre anda buscando un más difícil todavía, no haya creado un formato que combine barrotes con glamour. Un Encarcelados, de La Sexta, con elementos de aquel legendario Hotel Glam. O un crossover de Gran Hermano VIP con Prison Break. Bombazo garantizado, Paolo, te lo digo yo.

Los norteamericanos, que son los inventores del show business, lo saben: no hay como una estancia en prisión para apuntalar una carrera. Martha Stewart pasó cinco meses a la sombra y ahora alterna con Justin Bieber y un montón de raperos. Eso, a ella, ¿quién se lo iba a decir?

Después de lo del permiso, no quiero ni imaginar la cobertura mediática que tendrá el primer concierto. Vuelve Isabel.

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