Reformulando espacios y otorgando valor a lo descartado, el estudio Número 26 ha respondido al reto de transformar un piso viejo y de alquiler en una casa creativa. En cada estancia, el arte enmarca la vida.
En el dormitorio, un 'skyline' pintado en la pared transforma un simple futón en una cama exclusiva. Como mesitas de noche se han apilado dos cajas de frutas. En el extremo opuesto, un taburete de aspecto tosco, a la venta en Bambo, rompe la simetría. Una alfombra de abstracción geométrica coloniza el suelo. Se trata del modelo Mosaïek (serie Hand Tufted), de la firma Gan-Rugs, de donde también procede el taburete Knitted. El mueble de reciclaje es la cómoda. Adquirida en un rastrillo, gana presencia y modernidad al sustituir el sobre de mármol por un tablero de pino. Sobre ella, un antiguo decorado escenográfico en miniatura otorga un aire 'underground'. A su lado, lámpara IC Lights T, de Flos, adquirida en Acontraluz.David FrutosMuebles de colores de quita y pon permiten configurar espacios flexibles. Frente a lo real, lo abstracto. Y frente a lo fijo, lo modular. Para adaptar el espacio a las necesidades de las personas, el salón y el comedor se unen y se construyen como un puzle. Desde los muebles hasta los colores son de quita y pon. En lugar de pintar el aparador del salón o la mesa del comedor (adquiridos por 35 y 80 euros en dos rastrillos de Murcia), se transforman en elementos plásticos aplicando vinilos. Se crean, así, planos cromáticos resistentes a la abrasión y a la limpieza, pero susceptibles de cambiarse al instante. Pero no solo eso. “El aparador forma, además, un mismo plano con las cuatro figuras geométricas que lo coronan, y que parecen surgir de descomponer un cuadrado mayor a manera de Tangram. En este plano se incluye, también, la alfombra PS 2014 de Ikea, el sofá modular, la lámpara de pie de Flos encontrada en La Post Street y las mesitas Pion, de Sancal. “Es una instalación artística, además de un ambiente interactivo”, apuntan desde Número 26. “Somos artistas plásticos, no interioristas, y trabajamos los espacios sumando y restando volúmenes y colores. Cada pieza, además de su función, tiene su porqué estético”.David FrutosEn el comedor, la mesa, el banco tapizado que es más bien un sofá (el modelo Menú, de Sancal), el tapiz Frodorik y la alfombra Lima, de Gan-Rugs, conforman una unidad. Siguiendo el mismo concepto de modularidad, la mesa suma sillas distintas. Y hasta la lámpara cenital es un puzle: 69 piezas de polipropileno que se ensamblan sin precisar herramientas o pegamento. Se trata del modelo Norm 69, ideado en 1969 por Simon Karkov y que distribuye Normann Copenhagen.David FrutosPara variar las percepciones, a la manera del pintor surrealista René Magritte, en las zonas de transición se utilizan trucos o ingenios conocidos, pero poco explotados. En el recibidor (a la derecha) se pinta la vieja taquilla del mismo color que la pared, para que el mueble forme parte del muro, con lo que se consigue que el espacio crezca y mejore. La taquilla exhibe un nuevo y luminoso skyline que favorece su integración con la escalera, de manera que el rellano crea el efecto de integrarse y simular una entrada más amplia. En el pasillo (fotografía inferior) se sigue el juego: una vitrina llena de limones, bombillas colgantes de Muuto y una cortina de apariencia vegetal (Algues, de los Bouroullec, que distribuye Vitra, y que se utiliza para velar los altavoces) potencian un escenario casi irreal. Aquí Miriam Hernández y José Ángel Rodríguez han recreado un balneario a pequeña escala. De ahí, la presencia de una parte de la pared pintada con esos tonos acuosos que inspiran las aguas termales y los baños de algas. Los niños se sienten como dentro de un cómic. En ambos espacios la alfombra es la misma, el modelo Banda A Grey, de Gan-Rugs, pero, al mostrar el reverso en el recibidor, parece otra.David FrutosEl alicatado de este cuarto de baño antes insípido (fotografía inferior) se transforma a partir de una necesidad prosaica: cambiar la pequeña bañera por una ducha de obra. La falta de tiempo y de presupuesto, invertido en sustituir el pavimento original por un mosaico, necesitaba de una solución imaginativa que se consiguió seleccionando restos de azulejos artesanales de la firma Lario Carrillo y tuneando baldosas antiguas con vinilos blancos y azules. El color se refuerza lacando en un tono índigo el marco de la ventana. El Perigallo, de Sancal, un taburete plegable que evoca la escalera de tres patas usada antaño en la huerta levantina, funciona como perchero adicional. Para añadir otra referencia al campo se introducen en la ducha maceteros colgantes de la firma Ferm Living, que lo mismo aceptan plantas que jabones de baño.David FrutosEntre una pintada y un patchwork, la intervención en el patio (debajo, antes de la obra) ofrece una ejecución rápida como un grafiti. Para lograr impacto, se recurre a la repetición. En los años sesenta, Andy Warhol ya demostró el poder de atracción de las colecciones de cosas sencillas, acuñando todo un icono del pop art con las series de latas de sopa Campbell. Jugando con este efecto visual, el artista José Ángel Rodríguez realiza un grafiti abstracto, nueve triángulos amarillos en filas de tres con vinilos a prueba de agua e intemperie. La acción se refuerza disponiendo, en el mismo frente, una hilera de tiestos pintados de blanco. Las macetas de terracota repletas de cintas se sitúan en los extremos y en alto. El objetivo es dejar el suelo libre. Así, hay espacio para disponer una hamaca y una bañera (la del antiguo baño) coronada por una ducha construida uniendo restos de tuberías de cobre. En la misma línea de reciclaje, hay que entender la alfombra Frodorik diseñada por Miriam Hernández. En Blanca (Murcia) se trenza un tapiz único y de quita y pon que puede cubrir el suelo de la terraza o una pared del comedor a base de ensamblar piezas de esparto descartadas de la fábrica Antonia Molina. En la alfombra, los hilos de colores unen las piezas y dibujan líneas que transforman los círculos o los cuadrados en triángulos. Un perfecto equilibrio entre artesanía, naturaleza y arte.David Frutos
