Guía para vestir como un 'lumbersexual'
No es cuestión de sastrería fina pero tampoco de disfrazarse de leñador. La estética de ahora es un equilibrio más cercano al 'sport'
¿Puede un leñador convertirse en icono de estilo? Hace unos años, en plena fiebre metrosexual, habría parecido improbable; la tendencia era la pulcritud, la cosmética y la asimilación extrema de las nuevas tendencias. Sin embargo, ahora resulta más que posible; en los últimos tiempos, el lumbersexual (el término procede de lumberjack, leñador) se ha convertido en toda una corriente estilística que reivindica el carácter práctico, cómodo y despreocupado de la indumentaria masculina de toda la vida.
¿Cómo viste un lumbersexual? No hablamos, claro está, de la sastrería formal ni de la moda deportiva, pero tampoco de disfrazarse de leñador. Respire tranquilo: puede dejar el hacha en casa. La clave reside en todas esas prendas de inspiración sport que, desde hace décadas, son la elección más inmediata de cualquier hombre a la hora de vestirse durante su tiempo libre: polos, camisas de algodón con cuello abotonado, denim o prendas heredadas del mundo deportivo. Estas prendas son una apuesta segura desde los años setenta, cuando la moda masculina se debatía entre la formalidad retro o la extravagancia futurista y las grandes marcas americanas irrumpieron en el mercado con propuestas cómodas, asequibles y versátiles.
Por ello no extraña que las raíces de Chaps se encuentren precisamente en la moda americana más genuina. La identidad de la marca no reside en la experimentalidad o la búsqueda gratuita de lo nuevo por lo nuevo, sino en la elección de fórmulas que llevan años demostrando su validez: prendas prácticas para el día a día, clásicos de la moda americana y opciones factibles para hombres de todas las edades. En los tiempos que corren, el estilo propio no viene marcado por las etiquetas costosas o la originalidad a toda costa, sino por gestos que reafirman un estilo de vida. Así, no es extraño que el estilo de vida lumbersexual aprecie la artesanía –desde la cerveza fermentada en fábricas urbanas hasta el mobiliario reutilizado o abiertamente rústico–, reivindique clásicos informales como la barba y se desenvuelva con la misma soltura haciendo deporte en la naturaleza o frecuentando los templos del ocio urbano.
Esta temporada, Chaps se propone vestir al hombre lumbersexual y, en un sentido más amplio, a todo hombre que busque la comodidad y la fiabilidad de prendas clásicas que no necesitan demostrar su vigencia. Sus camisas se basan en patrones sencillos y cómodos, tejidos resistentes y duraderos y precios accesibles. Sus pantalones, prendas de punto y camisetas respiran la misma filosofía, y las gorras simbolizan a la perfección el espíritu de una marca despreocupada y sin concesiones al exceso. En tiempos tecnológicos, volver a los orígenes es casi una necesidad vital, y el lumbersexual reivindica el valor de la autenticidad. A veces, el éxito reside en algo tan sencillo como huir de complicaciones innecesarias.
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