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Cara Delevingne: “La belleza nunca fue importante para mí”

La modelo del momento cumple su sueño de ser actriz con sus siete películas pendientes de estreno

Los Ángeles -
La modelo y actriz Cara Delevingne.
La modelo y actriz Cara Delevingne.Vera Anderson (WIREIMAGE)

La describen como a la heredera de Kate Moss, una supermodelo a la que las nuevas generaciones idolatran, con 2,51 millones de seguidores en Twitter y más de 11 millones en Instagram, y por la que se pelean Burberry, Tom Ford o Chanel. Hace apenas cuatro años nadie la conocía, y hoy, a sus 22 años, Cara Delevingne es la top más famosa del mundo. Y quiere ser actriz. Bueno, ya lo es, con siete películas pendientes de estreno y el galardón de la Asociación Mundial de Exhibidores de Cine al mejor descubrimiento de 2015. “Yo nunca quise ser modelo. Desde niña quise ser actriz. Pero para serlo tenía que estudiar arte dramático y me salió lo de ser modelo, quise ganar dinero para viajar y pagarme los estudios. Nunca pensé que mi carrera como modelo iba a explotar de esta forma”, afirma. Todavía hoy, cuando se calcula que diariamente cobra cerca de 9.000 euros y tiene millón y medio de euros en su cuenta bancaria, se siente algo sorprendida de que alguien haya querido contar con ella como modelo. ¿La razón? Nunca pensó que facciones como las suyas, tan marcadas y únicas, pudieran gustar. “De niña era un gremlin de los raros”, se ríe esta belleza rubia que se recuerda de niña como un “chicote” y que confiesa su amor por las sudaderas y las pizzas cuando está en casa. “La belleza nunca fue importante para mí. Y de algún modo sigue sin serlo”, asegura. Incluso confiesa que le aterrorizó la idea de trabajar en la que hoy es su profesión.

Seleccionada modelo del año por los galardones británicos de la moda, hoy tiene abiertas las puertas de Hollywood de par en par con siete estrenos, que alternan películas indies o de arte y ensayo tipo Kids in Love o The Face of an Angel y grandes estrenos como Paper Towns, Pan, London Fields o la próxima entrega de Piratas del Caribe. “Es lo que he querido toda mi vida y el hecho de que me premien por ello me parece tan extraño”, se admira alargando las últimas palabras. Amiga de Rihanna y de la nueva generación de los Jagger -la modelo Georgia May-, el suyo es el nombre de la moda más buscado en Google en 2013. Y aunque ella misma abre su corazón en las redes sociales, defiende su intimidad a capa y espada: “Soy muy honesta y muy real con lo que comparto con la esperanza de evitar la parte más fea de esto, los paparazis. De todos modos la fama no es tan divertida como parece”.

Delevingne junto al diseñador Karl Lagerfeld, en el desfile de Chanel del año pasado en París.
Delevingne junto al diseñador Karl Lagerfeld, en el desfile de Chanel del año pasado en París.CORDON PRESS

Muchos achacan la determinación y claridad de Delevingne a su linaje; es parte de la alta sociedad londinense, ahijada de Joan Collins y con vínculos con la realeza británica. Su seguridad de hecho raya la grosería, poco dada a pedir las cosas por favor o dar las gracias al séquito que le echa una mano durante la entrevista con EL PAÍS. Ella recuerda sus veraneos en el sur de Francia con su madrina con cariño pero ese sentimiento no se extiende a los hijos de los amigos de sus padres, en su memoria una pandilla de niñatos con los que no le gustaba salir y menos aún ir a las carreras de caballos. “Temeraria” y, según dice, amante de los riesgos, Delevingne prefiere buscarse sus propias compañías, como su comentada relación del pasado año con la actriz Michelle Rodríguez o la que la une ahora a Annie Clark, una cantante de rock alternativo más conocida como St. Vincent. La modelo y actriz que odia sentirse encasillada ha declarado su amor por la cantante de 32 años en la Red. Lo que sigue sin aclarar es su orientación sexual, pero ni falta que le hace, según dice esta firme defensora de la igualdad de los sexos. “He visto como a los niños les enseñan desde pequeños a pensar que los hombres son mejores y la realidad es que hombres y mujeres son iguales”, defiende con fiereza quien llevó la voz cantante en las protestas por la igualdad de la mujer que organizó el maestro de la moda y el mejor fan de la modelo, Karl Lagerfeld, en la pasarela de París el pasado año.

En otros temas Delevingne es mucho más discreta. En su día a día invierte poco en productos de belleza. Tiene buenos genes, su cuerpo desnudo anunciando el perfume Black Orchid de Tom Ford ha creado conmoción en Londres. Pero ella se distancia de todo lo que signifique ejercicio, dieta o cuidados diarios: “Agua templada y jabón es todo lo que necesito. Cuando eres joven lo mejor es evitar cualquier cosa con muchos químicos”. Pero no quiere dar consejos. Una cosa es ser modelo o actriz y otra que la gente te siga como una figura modélica, algo que pese a la fama o los 600.000 “me gusta” que se ganó en Facebook su primera foto en la película Paper Towns no quiere ser. “Lo único que espero es influenciar a los jóvenes a que sean independientes”, resume.

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