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Tentaciones
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La banda del año (dicen)

Years & Years aún no tienen disco. Pero sí el mismo premio que Adele o Sam Smith y un par 'hitazos' con millones de visitas en Youtube. Actúan en el SOS 4.8

"Es bastante abrumador, la verdad". Quien habla entre risas nerviosas en Olly Alexander, cantante del trío de pop electrónico Years & Years, y el motivo de esa inquietud tiene origen en una fecha concreta: el 9 de enero de este año, el día en el que se anunció que este trío londinense era el ganador del BBC Sound Poll of 2015. En una época en la que se puede ganar un premio tan prestigioso como el Mercury Prize y que tu carrera apenas despegue (que se lo pregunten a Speech Debelle, por ejemplo), ¿por qué debería ser tan importante esta distinción para bandas primerizas?

La respuesta es sencilla: el dictamen de la cadena británica, basado en opiniones de más de un centenar de críticos, se asemeja más a una profecía -o mejor, a la predicción de un experto en bolsa con información privilegiada- sobre qué nuevos artistas van a hacerse un hueco importante en la industria musical. El vaticinio pocas veces falla: en los últimos años lo han ganado Adele, Jessie J, Ellie Goulding o Haim. En 2014, el triunfador fue Sam Smith, y un año después nadie puede escapar a sus canciones. Así que es normal que Olly esté un poquito superado.

“Resulta bastante extraño ver que hay tanta gente hablando de nosotros, aunque me alegra que puedan escuchar nuestra música”, cuenta desde Londres, donde se encuentra con sus compañeros Emre Turkmen y Mikey Goldsworthy ultimando su disco de debut, que estarán presentando mañana en el festival SOS 4.8 (Murcia). Pero esta atención a la que dice que se enfrenta no es exactamente nueva para Alexander. Su presencia, entre frágil, andrógina y traviesa, le sirvió para convertirse en uno de los actores jóvenes británicos más prometedores, capaz de interpretar papeles en obras tan dispares como Enter the void (del enfant terrible Gaspar Noé), la exitosa serie Skins o God help the girl, la película musical dirigida por Stuart Murdoch, de Belle and Sebastian, al que califica de “leyenda”.

«Conocí a Mickey, me fui a una fiesta a su casa y me quedé a pasar la noche. Por la mañana me di una ducha y empecé a cantar para que me escuchase»

“Supongo que mi carrera de actor me ha ayudado”, concede, “porque, de una manera u otra, ambos campos se basan en contar una historia. Pero cuando estás interpretando un papel, recibes las instrucciones de alguien, interpretas un guión. Cuando estoy en el escenario, estoy representando mi propio trabajo”. Por si esto no fuese suficiente para marcar sus prioridades, se encarga de dejarlo claro: “A los nueve años escribí me llamo Olly y quiero ser cantante. Mi sueño siempre ha sido publicar un disco”. Ahora ha aparcado de manera indefinida su faceta como actor y en junio, cuando se ponga a la venta Communion, lo habrá conseguido.

La carrera de Years & Years se mueve a velocidad hipersónica, entre giras con Clean Bandit y Sam Smith, pero no siempre fue así. La banda se formó en 2010 y Olly desplegó sus tretas para hacerse con el puesto de cantante. “Conocí a Mickey, sabía que tenía un grupo, y quería entrar en él”, explica. “Lo que pasó es que me fui a una fiesta a su casa y me quedé a pasar la noche. Por la mañana me di una ducha y empecé a cantar para que me escuchase”. Lo ficharon en el acto. El tercer miembro era Emre, un arquitecto de origen turco, y entre los tres ponían sobre la mesa influencias tan dispares como Radiohead, el R&B de los noventa o Flying Lotus. Pero lo que comenzaron haciendo, quizás influidos por el zeitgeist de comienzos de la década, estaba más cerca del folk. “Bueno, no diría que éramos una banda de folk”, matiza Olly, “pero sí que había algunos elementos similares. Básicamente tocábamos guitarras, instrumentos acústicos. Pero poco después empezamos a comprar sintetizadores, Emre comenzó a interesarse por hacer beats, e inevitablemente nuestra música empezó a cambiar, a hacerse más electrónica”.

El primer fruto de esta nueva dirección fue el single Traps, publicado en 2013 por el sello Kitsuné y germen de lo que estaba por venir. El sonido de Years & Years se asentaría con Real un año más tarde: sintetizadores, beats, olfato para ganchos melódicos y una voz, la de Alexander, inequívocamente influida por el R&B. Para su videoclip, Olly rentabilizó sus contactos, invitando al actor Ben Whishaw (El perfume, Cloud Atlas), con quien coincidió en una obra del West End londinense, a bailar bajo luces de neón.

“Definitivamente una de mis mayores influencias ha sido Stevie Wonder”, cuenta. “Siempre me ha gustado su voz. También artistas de R&B de comienzos de los 2000: TLC, Destiny’s Child, cosas que mi madre me ponía de pequeño. Y siempre me han gustado Michael Jackson y Jeff Buckley”. Esta pasión por los sonidos arambizados se concretó en su versión de Breathe, hitazo de la estadounidense Blu Cantrell que estuvo varias semanas de 2003 en las listas británicas, y tendrá continuación en su disco de debut.

Ahora, Years & Years se encuentran en un extraño limbo. Faltan más de un mes para que se publique su debut, y tienen que esperar hasta entonces para conocer la reacción del público. “Sí, saldrá en junio. Sólo nos falta una canción más”, explica entre risas inquietas. “No será un cambio muy drástico en cuanto a sonido. Va a sonar a Years & Years, pero tendrá más variedad, cosas más cercanas al R&B y canciones en las que hemos probado cosas distintas”. También contendrá Take Shelter, Desire y King, la triada de singles que han publicado en el último año y que han acabado por hacer de ellos la banda a la que todos miran. Antes de su momento decisivo, la prueba de fuego del directo mañana en el SOS 4.8.

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