Tragedia en Marruecos
Por brevedad, me expresaré casi en titulares. Lo hago como exmontañero, como periodista y, sobre todo, como ciudadano con un mínimo de sentido común. Lo ocurrido con los dos espeleólogos muertos en el cañón del río Uandras (Marruecos) es una dolorosa tragedia. El accidente se produjo en una zona de peligro extremo, cosa que, sin duda, conocían los miembros de la expedición. Quienes se aventuran en gestas de tamaño riesgo deben asumir su responsabilidad. De las fuerzas de rescate marroquí no se puede esperar el nivel de eficacia que hemos visto por parte de franceses, alemanes y españoles en la catástrofe del avión de los Alpes. ¿Hubo negligencia o falta de preparación por parte de la gendarmería marroquí? Si ha sido así, que lo aclaren las autoridades correspondientes. Pero ¿asesinato? (muerte con premeditación). Por favor: lanzar semejante acusación a Marruecos es un insulto (me temo que cargado de xenofobia) contra quienes, para muchos españoles, siguen siendo, ay, “los moros”.— Fernando Pajares.