Un trágico accidente
A raíz del trágico accidente de avión ocurrido en Francia, da la impresión de que los medios de comunicación, en lugar de informar de los detalles del suceso o de esperar a que las cajas negras revelen lo que efectivamente sucedió, han preferido venderse al morbo más vergonzoso. Los detalles de las reacciones de las familias y las anécdotas de los pasajeros que viajaban en aquel vuelo son algo dramático, y no puedo sino solidarizarme con ellas pero, siendo sinceros, no aportan nada de información relevante; solo van “a las tripas” de la opinión pública, ya “confundida” por las teorías conspiranoicasque abundan en algunas tertulias televisivas.
Se espera de los medios serios un mayor rigor, ética periodística y respeto al sufrimiento de esas personas, que lo último que querrían ver es cómo sus trágicas historias son carne de chismorreo y de portada sensacionalista.— Julio Frutos.
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