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TUITOLOGÍA
Columna
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El no acontecimiento de Kardashian y West

El rapero Kanye West tuiteó esta semana ocho imágenes de su mujer, la reina del selfi, desnuda, inaugurando así una nueva modalidad de exhibición 2.0

Tom C. Avendaño
Imagen publicada por Kanye West en Twitter.
Imagen publicada por Kanye West en Twitter.Twitter

Ocho salvas, 16 piernas Cualquier cosa es susceptible de convertirse en un hito cuando se busca llamar la atención y esta semana la reina de esta lógica, Kim Kardashian, alcanzó 30 millones de seguidores en Twitter. La cifra en sí no significa nada porque para seguidores ya está la cantante Katy Perry con 66 millones; porque celebrar este tipo de cifras perdió sentido hace años y porque lo que a la Kardashian le importa es Instagram, donde ya es la persona más seguida del mundo. Pero la celebración sí tuvo su interés: el marido de Kim, el rapero Kanye West, conmemoró el no-acontecimiento tuiteando ocho fotos como ocho salvas, todas ellas de su mujer desnuda. “QUÉ SUERTE TENGO”, decía el primer tuit, ejemplo del estilo ortográfico que el mundo ha aprendido a esperar de West. Estaba acompañado de una foto de Kim au nauturel, con el pecho tapado por las piernas. “FELICIDADES NENA POR LOS 30 MILLONES DE SEGUIDORES”, decía el siguiente. Y, confirmando que Kanye West es rico hasta en cosas que celebrar, prosiguió: “FELICIDADES NENA POR EL ARRANQUE DE TEMPORADA DE ANOCHE”, en referencia al estreno de la décima temporada del reality que hizo famosa a Kardashian en 2005. Luego, cinco tuits onomatopéyicos con más fotos. Como para aclarar que el despliegue de carne no había sido un arrebato tuitero de West sino una manifestación de éxtasis conyugal, Kardashian escribió: “¿Puede ser más mono mi marido? Ay, lo quiero tanto”.

¿Y qué? La atención que recibió este happening fue relativa: Kanye West es un hombre dado a tener arrebatos en Twitter, y generalmente son más desconcertantes que este. El cuerpo desnudo de Kim Kardashian no es ya una provocación, sino un icono pop, como la Marilyn de Andy Warhol, de tantas veces que se ha expuesto al público general. Y Twitter es una red social demasiado acostumbrada a las sorpresas como para escandalizarse por algo tan claramente premeditado. Cuando saltó la noticia, el titular sonaba a viejo. Eran palabras que suelen estar juntas demasiado a menudo, por mucho que el orden fuera nuevo.

Un nuevo invento Sin embargo, este hecho ha creado una nueva modalidad de comunicación. Es el uso del desnudo sin motivo, como petición de atención espontánea más diáfana imaginable. Lo que tuiteó West es el nuevo posado de Ana Obregón en bikini, el requeteselfi, el Jimmy Jump 2.0. Y durante un minuto, se habló de él. La fama, al fin y al cabo, es como el éxito y como el fracaso: lo que importa no es cómo se consigue sino cómo se mantiene.

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Sobre la firma

Tom C. Avendaño
Subdirector de la revista ICON. Publica en EL PAÍS desde 2010, cuando escribió, además de en el diario, en EL PAÍS SEMANAL o El Viajero, antes de formar parte del equipo fundador de ICON. Trabajó tres años en la redacción de EL PAÍS Brasil y, al volver a España, se incorporó a la sección de Cultura como responsable del área de Televisión.

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