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Alterconsumismo
Coordinado por Anna Argemí

Pero ¿qué les está pasando a las abejas?

Por Pablo Gámez

Sin duda, la pregunta que se están haciendo millones de personas en todo el mundo es “¿Qué les está pasando a las abejas?” “¿Por qué tanto alboroto?” Y también es la pregunta que más se puede escuchar en el gremio de apicultores.

El revuelo viene por la desaparición de estas reinas de la polinización, que están viendo su población reducida hasta en un 50% en algunos casos. La respuesta no es sencilla, pues no hay un agente claro que esté tras la elevada mortandad que se está registrando. En algunos casos, incluso se da el fenómeno de perder prácticamente todos los miembros de una colmena (pueden llegar a tener mas de 50.000 abejas) de un día a otro. 

Llevo años investigando, con mis propias abejas y consultando diversos foros en castellano e inglés, de países tan diversos como Argentina, Chile, EEUU, Inglaterra, Francia, Alemania… y por supuesto España.

En estos foros, se pueden encontrar diversos perfiles de interesados por la apicultura. Desde dueños de grandes explotaciones apícolas hasta recién iniciados, pasando por científicos e investigadores. Todos confluyen en un punto en común: no se sabe que está pasando, pero es seguro que algo ocurre. ¿Pero qué?

Mi opinión es que se trata de algo parecido a lo que en medicina se llama “fallo multifactorial”. Un conjunto de factores que está acabando con las abejas sin importar el lugar del planeta ni la subespecie de abeja (aunque haya algunas que están resistiendo más que otras).

¿Cuáles son estos diferentes aspectos que las están afectando tanto?

- Por un lado la contaminación de nuestras aguas hace que gran número de puntos de abastecimientos se hayan convertido en una fuente de venenos. Asentamientos apícolas cercanos al Tajo por su paso en Aranjuez ofrecen agua a las colmenas y estos tiene un índice de contaminación excesivamente alto.

- Por otro lado los cultivos transgénicos, parece que afectan directamente a la salud de las colmenas. Hace ya tiempo un apicultor trashumante de Almería el cuál mueve sus colmenas por toda la geografía española me decía textualmente – “Si hay maíz o girasol transgénico olvídate, yo me las llevo a otro lugar. Yo no se que les pasará porque no entiendo de esto, pero se mueren todas.”

Las abejas comen de estos cultivos, pero no se alimentan. Están ingiriendo, pero el producto no es nutritivo, lo que luego lleva a una desnutrición progresiva que facilita el avance de enfermedades, hongos o parásitos (Como es el caso de la famosa Varroa).

- También están directamente afectadas por pesticidas y productos de fumigación. Como los que se están usando en los cultivos transgénicos. Ya no es ningún secreto que determinados productos perjudican de forma directa y de hecho la UE retiró varios de ellos en 2014 incluidos varios muy polémicos de la empresa Monsanto.

- Además hoy en día existe muchas negligencias en el manejo por parte de los apicultores. Aunque hay que decir que la mayor parte de ellas vienen derivadas del precio de la miel y las competencias que venden mieles muy adulteradas. Debido a esto los apicultores deben extraer más cantidad de miel para poder vender mas barato y subsistir. Pero no hay que olvidar que las abejas son seres vivos que necesitan mantener unas reservas de calidad.

Aun recuerdo un post en un blog muy concurrido de apicultores el cual avisaba que una gran superficie estaba vendiendo azúcar muy barata. Esta, mezclada con agua (jarabe), sirve como soporte alimenticio para los apicultores. Pero no olvidemos que la diferencia entre azúcar blanca refinada mezclada con agua potabilizada con diferentes sustancias como puede ser cloro y el néctar natural de una flor, tiene muy poco que ver. Así es como se pretende hacer sobrevivir una colmena en un largo y duro invierno.

Del mismo modo, aperturas constantes de las colmenas; uso de medicamentos; revisiones apresuradas descolocando constantemente los cuadros de posición y sentido; trashumancia intensiva para obtener el máximo beneficio. Son acciones que desequilibran mucho a las abejas y en conjunción con todo lo demás, llegan a afectar a su calidad de vida.

AbejasAunque no lo creamos o la información no esté llegando de forma precisa, existe un gran temor a nivel mundial por el estado actual de las colmenas. En un mundo cada vez más poblado y más desigual, tener un problema con un insecto responsable del 80% de la polinización, es tener un grave problema. Bien es cierto que existen otros muchos insectos e incluso mamíferos polinizadores, pero solo suman un 8%.* 

La semana pasada Greenpeace denunciaba la muerte de miles de abejas en la provincia de Murcia.

La polinización de los valles de naranjos en EEUU (California) se realiza con abejas importadas desde Australia. Ahí son criadas y llevadas en palés con varias colmenas se importan en las zonas donde se requiere de su polinización en el momento oportuno. Una vez han terminado estas colmenas con sus seres son abandonados.

Curiosamente estos hechos contrastan mucho con la gran preocupación y nuevos movimientos que están surgiendo en grandes ciudades como Paris, Londres o New York. En estas se han cambiado leyes con el fin de permitir tener colmenas en tejados de edificios, o en los pequeños patios de las casas.

Monsanto a su vez no obvia este problema mundial y por este motivo ha creado un departamento que estudiará la problemática, así como investigar en la línea de creación de insectos robots que puedan realizar la polinización. Aunque, para mi, se trata de ciencia ficción a día de hoy. Tampoco me gustaría que llegase ese momento, pues no olvidemos que las abejas son mucho más que polinizadoras, nos aportan miel, polen, cera, propóleos y son parte esencial de la cadena trófica.

En definitiva la preocupación está ahí y se va extendiendo del mismo modo que lo hace el problema en sí. Gobiernos, Ayuntamientos, organizaciones, comunidad científica, todos están trabajando en entender cuál es el mensaje que nos están haciendo llegar estos seres. En algunos casos, el problema se está ocultando. Los estudios no están teniendo la suficiente independencia y los fondos son demasiado ajustados como para conseguir hacer un buen estudio holístico de la situación.

Porque si algo debe quedar claro es que se trata de un problema global, que nos afectará a todos y que las causas que lo generan son varias, con lo que la solución no será única. Quien esté mirando hacia un único vector causante de este problema, se está equivocando.

*En este punto es importante decir que los porcentajes de polinización según insectos oscilan dependiendo de quien haya realizado el estudio.

Imágenes de Pablo Gámez

Comentarios

Cuando la naturaleza que nos rodea y mantiene, nos avisa a través de una de sus ramas biológicas manifestada en los insectos, es que la civilización humana se ha pasado de vueltas en alguno de sus múltiples excesos.Sabemos que contaminamos el aire con toneladas de partículas nocivas y gases cada día, igual pasa con el agua de los océanos o los ríos, las tierras de labor con los vertidos de pesticidas, el subsuelo con las filtraciones sin depurar dañando los acuíferos, y hasta las nubes destilan lluvia ácida que mata las plantas.Lo raro es que hayamos aguantado tanto tiempo sin que no nos hayamos destruido o mutado en seres deteriorados e inservibles, porque el planeta sabe defenderse.Y de hecho es lo que está haciendo, pues no podemos olvidar que el ser humano lleva sobre la faz de la tierra un corto espacio de tiempo, comparado con la edad del planeta desde que alberga la vida.Somos unos recién llegados.Será nuestra capacidad de reacción a nivel global y como especie humana, formada por seres inteligentes lo que nos salve si somos capaces de superar las exigencias de nuestra natural ambición.Que nos lleva a buscar hoy la rentabilidad a toda costa.Aun con riesgo de perecer en el intento.Que no sería cultura ni avance en ciencia, sino que sería simplemente desastre y la consecuencia de un defecto genético mal calculado a la hora de diseñarnos.Que no sabemos reconducir una vez funcionamos autónomos evolucionando a mejores postulados más solventes.Habrá que ver lo dura el atrevimiento de desafiar el aguante de la naturaleza que nos sustenta.
Lo que dice el refrán: "el primer pensamiento es el que vale" no hay que hacerle caso, asi que lo mejor el olvidarte de él y ni siquiera mencionarlo,callarlo,porque en mi caso me ha costado muchos pensamientos llegar a ni siquiera pensar lo que le pasa a las abejas y después de hablarlo con muchos apicultores y estar en zonas rurales con uso de pesticidas, comentan que si que algo pasa, pero lo que pase puede ser un ciclo natural como ha ocurrido con otros insectos, digamos que pueden estar adaptándose a los nuevos tiempos, si el planeta está cambiando el clima, estos animales no pueden quedarse asi sin más tienen que manifestar ese cambio de alguna forma y lo hacen con cambios en su comportamiento, que a lo mejor en un primer instante, se entiende como periodo de años, puede resultar extremadamente cruento por la pérdida de lo esencial de la colmena como son las reinas, pero es que es ahí donde está el quit o kiz, dá igual, de la cuestión, las reinas son las que van a transmitir la carga genética de la colmena y su comportamiento, por lo tanto consecuentemente, al haber cambio, ese cambio se manifuiesta en un primer momento en la reina que sufre las suficientes modificaciones acompañadas de muerte para dar lugar, en el proceso de la evolución natural, a una nueva reinaya modificada o mutada para afrontar los camios que se están produciendo el el clima global y que tanto les influye, por lo que al mutar la reina, se crea una nueva generación de abejas obreras y machos y , por tanto, de colmenares adaptados completamente a los nuevos climas y nuevos tiempos, por lo tanto mi pensamiento es que se está produciendo una regeneración fisiológica de los habitantes del colmenar y que actualmente estamos asistiendo estupefactos, claro está, al camino que se está siguiendo desde la generación antigua de abejas, la de nuestros padres y abuelos, a la que vendrá con posteriosidad que ya será la de nuestros bisnietos y tataranietos, evidentemente.
ellos son claves!

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