De fiesta con Beckham, H&M y ICON
El jugador presenta Modern Essentials Selected, una colección de prendas básicas en colaboración con la firma de ropa sueca
Hay un momento en el anuncio rodado para promocionar esta colección de básicos contemporáneos escogidos por el exfutbolista David Beckham para la firma sueca H&M en el que el británico, que está jugando una partida de billar en un almacén de Londres, debe afrontar una jugada que se supone determinante. David se quita la cazadora. Muestra la sudadera que luce debajo. Dos prendas en exposición. Felicidades, guionista. David se apoya en el borde de la la mesa –un pie en el suelo, como marcan las reglas– y observa las bolas. Golpea la blanca en su mitad inferior, esta se eleva por encima de las de sus contrincantes, describiendo una parábola, aterrizando sobre la negra y desplazándola al interior del agujero. Gana David.
El 6 de octubre de 2001, la selección de Inglaterra se enfrentó a Grecia en Old Trafford en el último partido de la fase clasificatoria para el Mundial que se disputaría el año siguiente en Corea del Sur y Japón. En el tiempo de descuento, el resultado era de empate a uno, lo que dejaba a los ingleses fuera del campeonato. El árbitro señaló una falta al borde del área, Beckham colocó el balón con mimo, cogió carrerilla, golpeó la pelota con su pie derecho, esta describió una parábola increíble y terminó en la red. Inglaterra jugaría el Mundial. El modelo de botas que calzaba aquella tarde el futbolista se convirtieron inmediatamente en el modelo más popular de la historia, subiendo sus ventas un 20% durante el siguiente año.
Con el mismo gusto con el que el ex del Manchester United o el París Saint Germain golpeaba el balón, se han escogido una serie de prendas que todos deberíamos tener en el armario
Este jueves, en la tienda que la firma H&M tiene en el número nuevo del barcelonés Portal de l’Àngel, se presentó, en una fiesta auspiciada por el gigante sueco y la revista ICON, el lanzamiento de Modern Essentials Selected by Dabid Beckham, una colección de básicos contemporáneos elegida y supervisada por aquel tipo que llevó él solito a Inglaterra a jugar el Mundial de 2002. Con el mismo gusto con el que el ex del Manchester United o el París Saint Germain golpeaba el balón, se han escogido una serie de prendas que todos deberíamos tener en el armario. La principal diferencia que se puede encontrar con hacerse con una de estas sudaderas, con sus trajes oscuros o con esa camisa blanca popelín, y comprar en 2002 una par de aquellas botas que se suponía que hacían magia con la trayectoria del balón es que, seguro, que estas prendas le sientan bien, mientras que millones de humanos descubrieron durante el primer partido de solteros contra casados que jugaron con sus flamantes botas que estas no hacían milagros. Seguían apuntando a la escuadra y el esférico seguía dirigiéndose inmisericorde al banderín de córner. Esa es, en esencia, la gran diferencia entre el Beckham de 2002 y el de 2015. Es más humano. Y eso le hace más atractivo. Más universal. Cae mejor. Tiene sentido del humor. Gana mejor.
Desde este jueves, cinco de marzo, usted puede ser extraordinariamente esencial, gracias a esta colección, que sigue la línea de colaboraciones del exfutbolista con la firma sueca, que se inició en 2012 y que sigue siendo tan sensata como atractiva. Eso sí, como sucedió en la fiesta, donde se colocó una mesa de billar similar a la que aparece en el anuncio, no intente golpear la bola blanca como hace David en el anuncio. Nosotros lo quisimos hacer y casi rasgamos el tapete. Para ser David Beckham todos necesitamos, como mínimo, retoque digital.
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