Los romances de Eric Clapton
Una biografía no autorizada del músico inglés asegura que el guitarrista mantuvo una relación con Lady Di
La convulsa vida del músico británico Eric Clapton siempre ha sido material jugoso para los tabloides. Adicto a la heroína, la cocaína y a las mujeres, toda su carrera ha sido una sucesión de titulares que pasaban con facilidad de la sección de espectáculos por su talento como músico a la de cotilleos por sus devaneos con el lado salvaje de la vida. Por eso no es extraño que Paul Scott periodista del tabloide Daily Mail acabe de editar la biografía: Motherless child: The definitive biography of Eric Clapton (Niño húerfano: la biografía definitiva de Eric Clapton) dedicada a este músico en cuya existencia ha habido una presencia constante: la santísima trinidad de los rockeros: sexo, drogas y rock and roll.
El guitarrista le rogó a Mick Jagger que no sedujera a su novia, Carla Bruni
Sus problemas con las drogas están de sobra documentados y él mismo ha hablado de sus adicciones. Pero Clapton, de 70 años, guitarrista venerado del mítico grupo Cream y ganador de una veintena de premios Grammy, no solo ha tenido debilidad por las drogas y el alcohol, que abandonó en 1987, sino por las mujeres y algunos detalles de sus relaciones no se conocían hasta ahora. La más explosiva para los ingleses es la que supuestamente mantuvo con Lady Di, aunque el autor del libro no llega lo llega a confirmar. Tratándose de un periodista del Daily Mail, todo queda en conjeturas. “Según un amigo de Clapton, la atracción entre los dos era completamente obvia” escribe Paul Scott. “Había mucho guiño de ojo y mucha mirada seductora. Hay una historia de esa época en la que se dice que ambos estaban comiendo en el restaurante San Lorenzo (uno de los favoritos de los famosos en Londres) y ella empezó a lamer un helado en plan seductor mientras mantenía la mirada fija sobre él. ¿Llegaron las cosas más allá? Según el amigo, los dos eran libres y a Eric siempre le gustaron los retos”.
En el libro también se habla de otras relaciones explosivas, como la que el rockero mantuvo con Carla Bruni, entonces cantante y modelo y hoy esposa del expresidente francés Nicolas Sarkozy.También esto se conocía pero el libro añade jugosos detalles para los amantes del culebrón de altos vuelos. Corría el año 1990 y Clapton había acudido con Bruni a un concierto de los Rolling Stones. Ella quería conocer a Mick Jagger. Clapton era reticente: sabía que su amigo Mick robaba mujeres ajenas, algo que el propio Clapton había hecho años atrás al seducir a Patty Boyd, pareja de George Harrison. “Temiendo que Jagger no pudiera resistirse a la tentación de ligarse a la bella Carla, Clapton le habló en privado y le rogó: ‘Mick, por favor. Ella no. Creo que estoy enamorado”. Sus ruegos no sirvieron de nada, pocos días después Bruni y Jagger ya habían iniciado una relación que duraría casi siete años y que eventualmente también acabaría con el matrimonio entre el rolling y Jerry HallClapton siguió “completamente obsesionado” con Bruni durante al menos un año.
En esta nueva biografía, aparentemente no autorizada, también se describen algunos de los momentos más deprimentes de la vida de Clapton, como cuando dejaba pasar los días viendo la televisión y comiendo “comida basura” y “su rostro era amarillo y apestaba no solo por la química que se metía en el cuerpo sino porque no se preocupaba de lavarse”. Pese a eso, el autor reconoce que es un hombre con “muchísimo carisma” y que solía ir directamente al grano cuando le gustaba una mujer. Por su restaurante favorito se le ha visto desfilar con Christy Turlington, Sharon Stone y Paula Hamilton entre muchas otras. No obstante, desde 2001 convive con la misma mujer, Melia McEnery, con la que ha tenido tres hijos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.