No cedamos
Este pasado 15 de febrero, la ciudad alemana de Braunschweig decidió cancelar sus tradicionales desfiles de carnaval por peligro de atentado islamista. Con este hecho, tras la brutal matanza en París y el reciente ataque terrorista en Copenhague, se puede afirmar que el miedo y la intranquilidad se están apoderando de las ciudades occidentales.
Sin embargo, considero que lo que no podemos dejar atrás es la ilusión de celebrar aquello que nos representa, nuestras tradiciones y festividades. Esto es, de hecho, lo que pretenden los radicales islamistas: acabar con todo lo que equivale a Occidente (no música, no fútbol, no desfiles). Por tanto, junto con unas fuerzas de seguridad bien preparadas y sin dejar de permanecer alerta, será el arraigo a aquello que nos une, a nuestras costumbres, lo que nos dará las fuerzas necesarias para terminar con esta auténtica pesadilla.— Cristina Mencía Aguado.