Cuando la gordura es modélica
Tess Holliday, activista de las tallas grandes, es la primera maniquí fichada por una gran agencia internacional
En los últimos meses hemos visto a Tara Lynn o Robyn Lawley protagonizar campañas para marcas que no se instalan en el nicho de la llamada talla grande. El paso otoño, Candice Huffine terminó con los prejuicios de medio planeta al participar en el mítico calendario Pirelli, famoso por retratar los cuerpos más bellos del mundo. Sin embargo, ninguna de ellas supera la 46. Tess Holliday tiene una 50, mide 1,65 y eso la convierte en la primera modelo de talla grande en sentido estricto que firma un contrato con una gran agencia, Milk Management.
Estadounidense de 29 años, y madre de un niño, tuvo claro desde su adolescencia que sus medidas no iban a ser una barrera para conseguir su meta. Su referente fue Mia Tyler, hija del cantante de Aerosmith y una de las primeras en romper con los cánones que gobiernan la industria de la moda. “La vi en una revista cuando tenía 15 años y me di cuenta de que eso es lo quería hacer”, explica Holliday. Fue entonces cuando decidió colgar sus fotos en la web Model Mayhem, una especie de red social que pone en contacto a maniquís, agentes y fotógrafos. “Después de intentarlo durante mucho tiempo me convertí en el rostro de Heavy un programa del canal A&E".
“Las mujeres están deseando ver un cambio dentro de la industria”
Con el tiempo, y a medida que la contrataban para realizar sesiones y campañas publicitarias (entre ellas la de la firma de cosméticos Benefit), se convirtió en una activista por la diversidad. “Toda mi vida me han dicho que no podía hacer lo que quería. Mi talla siempre ha sido un obstáculo, pero no he dejado que me frenara”, cuenta Holliday. Abrió un blog, Tess Munster, y se propuso visibilizar esos cuerpos que no suelen tener cabida en las revistas. Su campaña digital #effyourbeautystandards, en la que animaba a subir a la Red fotografías que visibilizaran las imperfecciones, fue seguida por varios cientos de miles de personas. Hoy acumula 650.000 seguidores en Facebook y casi 400.000 en Instagram. “Creo que las mujeres están deseando ver un cambio dentro de la industria y las redes sociales son una buena forma de afrontar ese cambio”, reflexiona. “Estamos cansadas de que nos digan y nos muestren que solo hay un tipo de belleza”.
“Creo que Tess sería muy buena como embajadora de alguna marca”, asegura Anna Shillinglaw, directora de Milk, la agencia que acaba de contratarla. Esta empresa, con sede en Londres, ya ha recibido alabanzas por luchar contra el canon único. Ha colaborado con asociaciones que abogan por la diversidad en las pasarelas, como Models of Diversity y All Walks Beyond the Catwalk, y en su cartera se encuentran perfiles de rasgos y medidas muy distintos.
“Cuando reclutamos talento nos fijamos en el rostro. No contratamos a nadie únicamente por tener una talla concreta, lo fundamental es la actitud y la personalidad que desprende”, explica Shillinglaw. Esta agente cree, además, que las marcas están empezando a buscar protagonistas con medidas muy diversas. “Recibo muchos correos de firmas que quieren abrir sus líneas de producto y ampliar su tallaje. Las redes sociales son una buena herramienta para aceptar estos cambios”, opina como Hollyday.
Con su nuevo contrato bajo el brazo, Tess Holliday aspira a ampliar esa influencia que ha ganado en la Red: “Utilizo mi cuerpo para enviar un mensaje de confianza en uno mismo y espero que llegue al mayor número de mujeres posible”. A nivel profesional, tiene bastantes claras sus metas: “Protagonizar una campaña de cosmética, trabajar con fotógrafos como Rankin o Steven Meisel, aparecer en la portada de la revista I-D o salir en Vogue”.
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