10 fotos11 lecciones de bienestar que aprendimos en eneroEl mes que se va nos dejó grandes enseñanzas, como que hay cosas que engordan por sorpresa y que apostar por el deporte es hacerlo por tu propia mente 30 ene 2015 - 13:24CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinBlueskyCopiar enlaceLos deportes o ejercicios que requieren toma de decisiones de colocación, velocidad, postura de diferentes partes del cuerpo, respiración o ritmo, demandan unos niveles altos de atención que estimulan dicha cualidad, teniendo transferencia a otras actividades cotidianas no deportivas que también demanden cierta meditación.“El ejercicio produce calor debido a que el cuerpo consume energía metabólica y esta lo transforma en un incremento de la temperatura corporal, registrada por el hipotálamo para comenzar la sudoración”, dice Ángel Luis García Villalón, catedrático de Fisiología de la Universidad Autónoma de Madrid. Cuando se hace deporte, se dilatan las arterias de los músculos para aumentar el aporte de sangre. Sin embargo, esta actividad debe ser, como mínimo, de intensidad intermedia, como expone el docente: “Caminar no produce un aumento de la temperatura, pero sí que lo hace correr o montar en bicicleta, aunque sea estática”.Una teoría sobre por qué se contagian los bostezos, que cuenta con numerosos adeptos, es la de la empatía. En este caso, no sería una mera imitación: se trataría de nuestra capacidad para interpretar cómo se sienten otras personas la que nos llevaría a ponernos en su lugar, a sentir o intuir lo que ellas sienten y, una vez allí, ceder inconscientemente a la tentación de bostezar. Hay numerosos estudios neurológicos a favor.“El estudio de si las bebidas edulcoradas, como los azucarados, están asociados a obesidad y diabetes todavía está en fases muy preliminares", afirma Alberto Lana, investigador en la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad de Oviedo. Mientras tanto, nos queda la recomendación de la OMS, que sugiere no superar los 25 gramos de azúcar al día (un envase individual de zumo de naranja industrial, por ejemplo, tiene 11,2 gramos). Y de la de la FDA, que insta a no consumir más de 15 miligramos de sacarina por jornada y kilo de peso corporal (el límite de una persona de 70 kilogramos es de 1.050 miligramos; y una pastilla tiene 11,2).“En líneas generales, no se puede afirmar que la comida que ha caído al suelo esté contaminada y suponga un riesgo real de afectación en la boca”, añade al respecto la doctora Vanessa Blanc, responsable del departamento de microbiología del centro de investigación bucal Dentaid Research Center. Al fin y al cabo, existen mecanismos de defensa en el ser humano. Primero, la saliva de la boca, que es antimicrobiana. En segundo lugar, el ácido clorhídrico puro, presente en la deglución (acto de tragar). “El microbio que no ha muerto en la boca, lo hace en el estómago”, asegura Alfonso Carrascosa, científico del CSIC. La tercera barrera (si aún sobreviviera el agente patógeno) serían las sales biliares del hígado. Y en cuarto lugar, la microbiota intestinal. “Es absolutamente falso que un alimento que se haya caído al suelo vaya a producir una enfermedad”, concluye el experto.Que un estudio contradiga los conocimientos que tenemos de algo no quiere decir necesariamente que sea falso: en ciencia se realizan nuevos descubrimientos que contradicen el saber anterior. Pero sí conviene tomar con muchas reservas todas las afirmaciones que suponen una negación del paradigma establecido; normalmente no basta un estudio aislado para dar la vuelta al conocimiento que ha ido asentándose durante años. ¿De verdad que comer chocolate adelgaza?La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que 3,7 millones de personas mueren cada año en el mundo como resultado de la exposición a la contaminación atmosférica. Decididamente, nuestros pulmones necesitan un respiro. Ciudades como Vancouver, Sidney o Santa Fe han logrado vencer a la contaminación. Visitarlas es casi una cura.La OCU recibe muchas cartas de personas que denuncian fraudes alimentarios, como carne congelada de cerdo que solo contiene un 65% de carne, mantecados que no llevan ni mantequilla ni manteca en sus ingredientes y anillas de calamar que en realidad son de pota, una especie más grande y barata. En cuanto a los preparados de carne picada, la OCU aconseja: "Es mejor escoger la pieza y pedir que se la piquen en el momento. Hemos detectado problemas de higiene en los preparados envasados y fechas de caducidad demasiado prolongadas".Si la piel de las piernas es sensible o está más seca de lo normal, se irritará con facilidad durante el rasurado, apareciendo erosiones o infecciones cutáneas secundarias, por lo que es más seguro utilizar una cuchilla de alta calidad de 4 hojas, y ejercer una presión suave del cabezal contra la dermis.La tecnología vestible ('wearables') fue el regalo estrella de la Navidad. Todas las marcas se han confabulado para el mismo fin: que nos cuidemos, controlemos nuestras constantes vitales, kilómetros recorridos y calorías consumidas, incluso debajo del agua, para que ninguna actividad física escape del examen. También miden la calidad y cantidad del sueño también. “Si el cuerpo no se recupera, el esfuerzo físico es inútil”, afirma la entrenadora personal Amaya Méndez.