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Un ejército de abogados, listo para desprestigiar a quien acuse a Bill Cosby

El actor contrata a letrados y detectives para investigar a las más de 20 mujeres que aseguran haber sido agredidas sexualmente por él

Bill Cosby a la salida de los juzgados de Manhattan en 2004.
Bill Cosby a la salida de los juzgados de Manhattan en 2004.CORDON PRESS

La defensa de Bill Cosby, hasta ahora conocido como el rostro benevolente de la televisión de los setenta, se ha convertido en un ataque frontal contra quienes osan empañar su imagen. El también llamado “padre de América” por su trabajo en La hora de Bill Cosby ha contratado a un ejército de abogados para encontrar cualquier rastro de indecencia con la que poder mancillar la imagen de sus acusadoras, más de 20 mujeres que a estas alturas aseguran que Cosby las agredió sexualmente en algún momento de sus vidas. Es una cifra que va en aumento semana a semana por lo que el actor ha decidido tomar la ofensiva. Según el periódico The New York Post Cosby, está pagando cifras millonarias a investigadores privados por cualquier información “que pueda desacreditar a sus supuestas víctimas”. Son muchas las fuentes que confirman que el actor, mediante su abogado Martin D. Singer, está poniendo en práctica la táctica de acoso y derribo, en la que utilizar “cualquier cosa negativa” del pasado de sus acusadoras “es juego limpio”.

Singer es un nombre popular en Hollywood y abogado conocido por sus tácticas agresivas. Con unos honorarios que rondan los 700 euros a la hora, en las últimas décadas Cosby ha recurrido a sus servicios en numerosas ocasiones. El mismo abogado también ha trabajado con otras figuras polémicas como la de Charlie Sheen y Arnold Schwarzenegger. Y al menos una de las compañías de detectives privados contratadas en esta ofensiva cuenta con media docena de expolicías de Los Ángeles a su servicio removiendo el pasado de las supuestas víctimas.

Cosby, de 77 años, está viendo su imagen por los suelos mientras se suceden las acusaciones de más de 20 mujeres que aseguran haber sido violadas o víctimas de abusos sexuales desde la década de los setenta. En el cóctel letal contra el actor también hay insinuaciones de pederastia, dado que una de las supuestas víctimas alega que fue drogada y tuvo que masturbar al actor en la mansión Playboy cuando solo tenía 15 años. La esposa del cómico, Camille Cosby, en sus únicas declaraciones públicas en este escándalo, apuntó que aunque nadie quiere “sentirse en la posición de atacar a las víctimas” habría qué preguntarse: “¿quiénes son las víctimas?”.

Su abogado Martin D. Singer cobra 700 euros a la hora y ha representado también a Charlie Sheen y Arnold Schwarzenegger

La táctica no es nueva para Cosby. Según revela The New York Times es la misma que utilizaron en 2005 cuando Tamara Green acusó al actor por abuso sexual. Además de desprestigiar a la supuesta víctima en público el periódico señala que el equipo legal de Cosby contraatacó haciendo llegar a otro medio información perjudicial contra Green. En 2000 Cosby también presentó una demanda millonaria contra el periódico sensacionalista The National Inquirer porque se había hecho eco de los detallados comentarios de otra supuesta víctima que acusó al cómico de cogerle la mano y metérsela en la entrepierna mientras estaban en su casa de Nueva York.

Y las mismas tácticas quedaron al descubierto con la aparición de la primera denuncia formal en este caso, ante la policía y no solo ante los medios. Se trata de Judy Huth, la joven que asegura que sufre serios problemas desde de que en 1974 el actor la drogara y la forzara a realizar actos sexuales contra su voluntad cuando tenía 15 años. El letrado Singer definió a la denunciante como una “sacacuartos”. Y en una reciente reunión de abogados el actor dejó clara su posición, según fuentes del The New York Post. “Si vas a decirle al mundo que te hice esto o lo otro el mundo necesita saber qué clase de persona eres, quién es la persona que lo está diciendo”, alega el diario que dijo Cosby.

Este cruce de ataques, contraataques y demandas legales ya se ha empezado a cobrar sus primeras víctimas. La cadena NBC, desde donde Cosby dominó la televisión en los setenta, ha abandonado sus planes de desarrollar una nueva comedia que iba a protagonizar el intérprete. Lo mismo ha ocurrido en Netflix, que ha pospuesto un especial sobre el cómico que estaba preparando. También han sido cancelados varias entrevistas en televisión y algunos shows que el actor estaba ofreciendo en vivo com parte de su gira cómica como monologuista. Desde su cuenta de Twitter el siempre controvertido director Judd Apatow conminó al resto de los teatros que todavía no han cancelado las apariciones de Cosby a que lo hagan. “Tipos que violan no hacen gracia”, dijo en uno de sus comentarios.

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