Consumo responsable: más allá de beber con moderación

Por Cristina Niell, de Oxfam Intermon

Quién no ha pillado durante las fiestas de Navidad, además de una corbata, un perfume, calcetines, la típica vela aromática o hasta una olla a presión… quién no ha pillado también una buena tajada, un cuelgue como un piano, una mona, una tranca, una cogorza o incluso una truca (hay quien la llama curda). Muchos y muchas nos hemos sobrepasado con el alcohol a veces con la voluntad de estar un poco más alegres, otras para olvidar y otras simplemente para cumplir con un ritual.

Y, como nos recuerdan las empresas de bebidas de alta graduación: “Bebe con moderación. Es tu responsabilidad”. Bien, este era el viejo lema, hoy nos dicen: “Disfruta de un consumo responsable”. Así que es nuestra responsabilidad, la de cada uno de los que abrimos, destapamos o descorchamos la botella. Y seguro que es así, nadie nos obliga, coarta o amenaza a beber, pero os recuerdo que sí lo hacemos persiguiendo un imaginario de placer y despreocupación reforzado por anuncios de fiesta y ligue.

Es curioso encontrar empresas de bebidas alcohólicas que vayan más allá de trasladar la responsabilidad de las consecuencias de una ingesta inapropiada de alcohol al consumidor o consumidora. Son empresas comprometidas, con programas de responsabilidad social que promueven campañas para que los consumidores cambien de hábitos y realmente el consumo de alcohol sea una puerta abierta a una noche de placer. Una de estas empresas es la chilena Cooperativa Agrícola Pisquera Elqui Limitada Capel, hija de la Sociedad de Destiladores de Elqui. Una cooperativa que empezó su andadura en 1938, con 30 cooperativistas, y que hoy agrupa a más de 1.300.

El compromiso de Capel va más allá de la verdadera promoción de un consumo responsable (y aquí, con responsable, quiero decir consciente, adecuado, que nos evite desde hacer el ridículo hasta un accidente). Promueven una economía solidaria lo que supone que sus ganancias se invierten en seguros médicos para los productores y productoras y sus familias, en becas de estudios para sus hijos e hijas y cuentan también con fondos solidarios de ayuda. El respeto al medio ambiente es otra de sus bazas, su producción garantiza la preservación del medio ambiente. Tienen un especial cuidado con el tratamiento del agua. Para evitar su contaminación elaboran compuesto con los residuos de la producción del vino espumoso que luego distribuyen como abono para los campos de cepas de los cooperativistas.

Si queremos hacer un consumo responsable de alcohol, evitemos sobrepasarnos. Pero también apostemos por empresas que nos aseguran que revierten sus beneficios en cuidar a sus productores y productoras y cuidarnos a nosotros y nosotras también. Una posibilidad para ejercer este consumo nos lo ofrece Capel, algunos de sus productos pueden encontrarse en la tiendas de comercio justo de Oxfam Intermón.