El bólido híbrido

Alexander Pesch, technical project manager de Audi, decidió que el mejor sitio para probar el A3 Sportback e-tron era en California, con esas carreteras interminables y semidesérticas; al fin y al cabo es la patria de empresas tecnológicas con salas para jugar al futbolín y, posiblemente, uno de los primeros lugares del mundo en tomar conciencia del lado sostenible de la vida, ese al que está abocado el futuro. Sobre todo, de lo que se trataba era de comprobar –en la elección del lugar, Pesch dio en el clavo– una de las virtudes que definen al nuevo modelo de la casa alemana: su capacidad camaleónica de adaptación al medio, fruto de su corazón híbrido enchufable.

El vehículo está compuesto por dos motores: uno de combustión de 150 CV y 250 Nm –el 1.4 TFSI– y otro eléctrico, con una potencia máxima de 102 CV y 330 Nm. Cuando se combinan, en perfecta armonía, el Sportback e-tron alcanza una autonomía de hasta 940 Km, 204 CV y un consumo de sólo 1.6 litros a los 100 y 37 gramos de emisiones de CO2. “En el pasado, los coches híbridos suponían, a menudo, un compromiso muy poco satisfactorio”, explica. Es decir, eran vehículos lentos en el modo eléctrico y cuyos beneficios ecológicos o económicos desaparecían cuando el espíritu deportivo (el motor de gasolina) se ponía en marcha. “Con este A3, traemos al mercado un coche que ofrece el paquete entero, en lugar de tener que optar por una virtud o por otra. Nuestros clientes tendrán un Audi de pleno derecho. Y pueden conducir hasta 50 kilómetros en modo eléctrico con cero emisiones contaminantes”, cuenta un orgulloso Alexander Pesch después de haberse enfrentado a dos mundos completamente diferentes: la hora punta de Los Ángeles y los infinitos carriles de la Pacific Coast Highway.

En 1989, mucho antes de que Al Gore presumiera de haber instalado placas solares, cobrara unos cuantos miles de euros por charla e hiciera todo un movimiento de lo verde, Audi ya había empezado a cosechar los frutos de su experimentación con los propulsores limpios: un conjunto de tecnologías en-globados por el término movilidad Premium neutra en CO2. El primer coche en implementarlas fue un prototipo llamado Duo I (1989), que nunca llegó a producción. Tres años después llegó el Duo II, que, a pesar de tener la carrocería del ya conocido Audi 100, causó cierta estupefacción. ¿Motor híbrido? ¿Qué es eso? Pero ahí no quedó todo. En 1996 lanzaron el primer híbrido diésel de la historia, el Audi Duo TDI. Luego vendrían el Q5 Hybrid, el A6, el A8... El Audi A3 Sportback e-tron es la apuesta definitiva, no solo para quienes creen que es un deber reducir la contaminación (como bien diría Gore), sino para aquellos que pretenden disfrutar haciéndolo.

Conexión total

En un mundo cada vez más interconectado, era lógico que la marca de los cuatro aros lanzara la app del Audi A3 Sportback e-tron que acerca a este híbrido enchufable un poquito más al futuro.

Así, desde su ‘smartphone’, el usuario puede controlar el vehículo a nivel remoto: la climatización, las coordenadas para geolocalizarlo (¿quién no ha soñado alguna vez en su vida con poder saber dónde ha aparcado el coche?), coordinar la carga del vehículo y temporizarla. Este sistema te permite incluso comprobar si tu Audi está bien cerrado.