Políticos ‘de casta’
Quiero dar las gracias a todas las personas que se han dedicado a los asuntos públicos en este país desde la instauración de la democracia y lo han hecho con honradez. Muchas de ellas merecen ser consideradas políticos de casta, ya que, además de comportarse con decencia, han hecho un buen trabajo. A veces no han pertenecido a las opciones que yo he votado y, cuando sí lo han hecho, no siempre han llevado a cabo la política que me hubiera gustado. Pero, con el conjunto de ellos, se han salvaguardado nuestras libertades y se ha producido una mejora notable de la vida general de España, aunque algunos hayan caído con estruendo en una corrupción que, a menudo, ha compartido gente ajena a la política.
Ahora que tenemos muchos y difíciles retos por delante, espero que siga habiendo políticos con altura de miras, formación sólida y disposición para el diálogo. Políticos honestos capaces de reconocer y preservar lo conseguido y de proponer y alcanzar nuevas metas. Políticos que se reconozcan como tales y no intenten seducirnos con análisis simplistas y soluciones evanescentes. Políticos que nos ayuden a salir de la tenaza del inmovilismo y el aventurerismo: políticos “de casta”.— María Jesús García-Arévalo.
