Nacionalismo catalán
Le escribo para comentarle que el nacionalismo catalán se ha convertido en una religión. De la misma manera que un cristiano no puede creer en el milagro de la eucaristía y no creer en la vida eterna, para ser un buen catalán debemos creer a pies juntillas todos los preceptos nacionalistas. No hay posible discrepancia sin ser tachado de hereje. Los herejes se esconden, se van y sobre todo, se convierten.— Javier Lorenzo Juanes.
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