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LA PARADOJA Y EL ESTILO
Columna
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Pobre Ana

La renuncia de Botella se volvió noticia de segunda por la muerte de Botín. Mientras la alcaldesa deja una herencia mediocre, Ana Patricia recibe una colosal

Boris Izaguirre
Ana Botella tomándose un café en un desayuno en septiembre de 2013.
Ana Botella tomándose un café en un desayuno en septiembre de 2013. bernardo pérez

¡Que de pobre, nada! Desde aquel pisito en Valladolid al cómodo veraneo en Marbella este año, ha habido mucha buena fortuna en la vida de Ana Botella. Lo único que parece haberle quedado mal es su legado como alcaldesa de Madrid. Y también el timing del anuncio de su retirada. La muerte de Emilio Botín eclipsó completamente su momento.

Es curioso como en español cuando decimos “pobre alguien” no nos preocupamos por su fortuna, sino que transmitimos cierta relajada alegría en sentir pena. Es lo que nos dio la alcaldesa al ver como su renuncia se volvía una noticia de segunda en segundos. De verdad, ¡pobre Ana! Ella que fue la reina del meme, las bromitas de WhatsApp que llegaron al clímax con su “relaxing cup of café con leche”, tuvo que ver cómo hasta en ese campo le ganaba la noticia del fallecimiento del banquero. “Los españoles con su humor negro” me dijo Rochelle, mi maquilladora afroamericana, siempre preocupada por cosas del corazón y del bolsillo. A Rochelle le asombraron varios de los memes sobre el deceso de Botín. “Agudos pero irreverentes, yo pensaba que en España esperaban a que una persona se muriera para hablar solo bien de ella”. En realidad un meme es anónimo e intrascendente, pero los de estos últimos días han sido muy comentados en las redes sociales. “Eran de mal gusto”, opina una experta empleada de Facebook que gestiona un nuevo producto de la multinacional llamado el FaceMention, dirigido a “personas públicas”. “Es una falta absoluta de respeto a los familiares, que seguro usan las redes sociales como todo el mundo”, moduló mientras agregaba likes a la cuenta de Miley Cyrus.

Bueno, pues también, pobre Ana Patricia Botín que pasa a ser líder bancaria de luto. Mientras Botella deja una herencia mediocre, Ana Patricia recibe una herencia colosal que la catapulta como superejecutiva mundial. “Hasta el nombre es perfecto, ¿no te parece?”, insistió una agente de bienes de raíces mexicanas durante una cena en Miami. “Cuando te bautizan Ana Patricia es solo para que te pasen cosas buenas”. Y si te apellidas Botín, ya ni te cuento. Ana Botín tiene más estilo y presupuesto que Ana Botella: combina formalidad, conservadurismo y rigor con precisión casi quirúrgica. Un ejemplo de austeridad ejecutiva que anuncia que el minimalismo crediticio ha vuelto. A partir de ahora muchas mujeres profesionales adoptarán su aspecto, y las primeras que deberían observarlo son la multitud de candidatas de Rajoy para el ahora vacío puesto de alcaldesa de Madrid.

Rajoy debe de estar feliz de tener un culebrón en sus manos. Con lo que disfruta manteniendo al personal en ascuas, ahora dispone de tres señoras pendientes de él. ¿Pobre Rajoy? Ni de lejos, mientras él tiene a tres candidatas, los socialistas no tiene ninguna. Lamentablemente el PSOE no puede poner a Pedro Sánchez como candidato. Pero la guapura del nuevo líder sigue causando estragos de Madrid a Miami. La imagen madura y sexy de esos líderes cuarentones, aunque no lo parezcan, con vaqueros pitillo, oscuros y con la homogeneidad de la camisa blanca pareció más un rendido homenaje a Carolina Herrera que a Felipe González o Willy Brandt. La camisa blanca es la prenda fetiche de la diseñadora, a cuyo desfile esta semana en Nueva York acudió nada más y nada menos que la entrañable princesa Corinna. Por cierto, ¿qué hacia ahí? Todo el mundo sabe que no da puntada sin hilo. ¡Y tan cordial con la prensa española! ¿Habrá saludado a Marichalar?

Mi pobre maquilladora Rochelle también se fijó en los líderes socialistas europeos: “Para mí, el holandés y el italiano eran los más guapos y delgados, porque a Sánchez se le ve que los almidones se le están yendo a la cadera, algo que le ocurre a muchos hombres españoles. Lo que me encanto de la foto es que se le nota que no se depila”. ¿Por qué lo dices, si va completamente vestido?, pregunté. “Porque el vello regresa a su sitio, y estos nuevos atractivos líderes de la izquierda europea saben que la depilación extrema, al ser algo de la burbuja inmobiliaria, genera especulación y resta credibilidad”. Una cosa es cierta y se vio este verano: los maduros vuelven a lucir pelo en pecho otra vez, empezando por Kiril y Luis Figo, los reyes del posado veraniego. Vigilado, bien cortado, pero nada pobre. Bello vello y visible.

Una mujer unida a una melena y a una historia, esa creíamos que era la definición de Chabelita Pantoja. ¿Pobre Chabelita? ¡Para nada! Pese a que los cronistas rosas la critiquen por su mala dicción, la hija de Isabel Pantoja no deja de demostrar que es un fenómeno generacional. Controló su embarazo por Twitter, se ganó una beca a través de una exclusiva y terminó con el padre antes que el hijo distinguiera los colores. Seguidamente se incorporó a Telecinco sacando buenísima nota de audiencia. No necesita que la defienda nadie, sabe de la industria de la celebridad más que su familia. Al principio, muchas de las comentaristas que ahora son sus compañeras y critican esa supuesta mala dicción se burlaban de sus rasgos y hacían comentarios imposibles de publicar, por racistas. Muchos empezaban con “pobre Chabelita, es tan…”. Ahora que la tienen sentada enfrente, los pobres parecen ellos.

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