Si esto es un casting, ¿por qué me puede ver todo el mundo?

“¿Podrías olvidarte de ese juego estúpido?”, lee frente a la cámara una niña muy rubia, muy mona, que lleva un vestido a cuadros verdes y azules. Tiene nueve años, sujeta con las dos manos los papeles del guion y, con esa interpretación, aspira a recibir el papel de Judy Shepherd, la niña de Jumanji. No fue así porque, finalmente, la elegida fue Kirsten Dunst y la chica de la que estamos hablando es Scarlett Johansson. Pero este vídeo puede verse en YouTube, como decenas de otros que muestran audiciones de personajes de cierto nombre que no siempre consiguieron el papel.

Para el espectador y el curioso, es una mina. Para el resto del mundo, es una situación demasiado nueva. ¿Es legítimo que este tipo de documentos trascienda y pase a formar parte del dominio público? "Una audición es un momento íntimo entre actor y director al que se llega con pudor y con nervios", asevera Rubén Ochandiano (Los abrazos rotos, Biutiful). "Pero si en ella no sucede nada que pueda ser bochornoso para el actor, puede ser algo atractivo de ver”.

Una audición es un momento íntimo entre actor y director al que se llega con pudor y con nervios... Puede ser atractivo de ver. Rubén Ochandiano

Ahí es donde el problema se intensifica. Entre los vídeos que circulan por la Red, los hay que muestran, como en el caso del de Scarlett, audiciones fallidas para personajes que jamás llegarían a interpretar. Otros muchos corresponden a las primeras incursiones en el cine o la televisión de algunos de los más famosos actores del Hollywood de la actualidad. Es el caso de la prueba que Leonardo Dicaprio hizo en 1983, también con 9 años, para la serie The Outsiders que se convertiría en su segunda aparición televisiva, tras haber participado en un episodio de The New Lassie. También se puede encontrar la prueba de una jovencísima Natalie Portman para su primera película, Leon: el profesional.

Otra categoría podría ser la de aquellas pruebas que protagonizan intérpretes ya experimentados pero para los que esa audición supuso conseguir el papel en una película que les daría la fama y les convertiría en rostros conocidos para el gran público. Por ejemplo, la audición de Rachel McAdams para el Diario de Noa o la de Alyson Hannigan (Lily en Cómo conocí a vuestra madre) para American Pie. En ambos casos de no haberse presentado casting y no haber resultado elegidas sus carreras habrían sido muy diferentes.

“Hay pruebas bastante terroríficas. Pero a veces aunque salga mal te pueden coger si ven algo que buscan para el papel”, matiza Jorge Suquet, actor que ha pasado por Crematorio, Cuéntame o Ciega a citas. Según él, puede resultar interesante mirar los castings de actores que sí consiguieron el papel. “Ver cómo los grandes del cine también han tenido que pasar por ello”.

Dentro de estos grandes del cine encontramos otro puñado de vídeos que rescatan las pruebas de algunas de las mayores obras del séptimo arte. Podemos observar a James Dean mientras ensaya con Paul Newman unas frases de Al este del Edén o a un desconocido Harrison Ford haciéndose con el papel de Han Solo. En esta categoría también podemos encontrar las audiciones de Al Pacino y Robert de Niro para El padrino. Auténticas lecciones de actuación que no fueron concebidas para ver la luz pero que se han convertido en el deleite de los cinéfilos más curiosos.