Votar a un partido minoritario
Siete millones de españoles merecen respeto: esa es la cifra de votantes de partidos minoritarios en las pasadas elecciones al Parlamento Europeo. No pretendo ser el portavoz de todos estos ciudadanos, pero muchos estarán de acuerdo con mis reflexiones.
Cuando se vota, conscientemente, a un partido minoritario, se quiere favorecer la diversidad en la oposición, pero también se apoya la posible negociación de un programa de Gobierno con otros partidos. Es precisamente en el ámbito local donde más oportunidades surgen para acordar políticas concretas entre grupos de diferentes ideologías.
Cambiar el procedimiento electoral para convertir en inútil nuestro voto es una falta de respeto hacia los que votamos para promover más democracia a través de un mayor debate político.— Luis José Arnal Santonja.
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