Jackie Chan está “avergonzado” de su hijo

Se esperaba con interés la reacción de Jackie Chan ante la detención de su hijo Jaycee por guardar marihuana en su residencia de Pekín, y la estrella del cine de artes marciales no ha rehuido su responsabilidad. “Estoy muy furioso y en estado de ‘shock’”, escribió Chan ayer en su cuenta de Weibo, el Twitter chino, en la que tiene más de 23 millones de seguidores. “Como figura pública que soy, me siento avergonzado”, aseguró. No en vano, en 2009 fue nombrado embajador de la policía en la campaña antidroga del Gobierno chino, y siempre ha tratado de mostrarse ante el público como un ejemplo de civismo. “Como padre, siento un inmenso dolor. Su madre tiene el corazón destrozado. Espero que los jóvenes aprendan de la lección que ha recibido Jaycee y que se alejen del mundo de las drogas”, apostilló.

Eso sí, el rey de las patadas acrobáticas, que viajó a la capital china para interceder por su hijo, también aseguró en un mensaje dirigido a su retoño que no lo dejará a su suerte. “Quiero decirte una cosa: responsabilízate de las consecuencias de tus errores. Pero, como tu padre, estoy dispuesto a encarar el futuro contigo”. Chan cerró su respuesta a quienes demandaban que diese la cara con una disculpa personal: “No he sabido educar a mi hijo apropiadamente. Por eso, acepto mi responsabilidad. Junto a él, quiero hacer una profunda reverencia y pedir disculpas a la sociedad y al público en general”. Sus palabras han recibido ya casi 300.000 comentarios, y, después del enfado inicial de los internautas, ahora la mayoría muestran empatía con el actor.

Así concluye el último episodio de un culebrón que comenzó el pasado día 14 cuando Jaycee Chan y el también actor y cantante taiwanés Ko Kai fueron arrestados en la vivienda del primero, donde la policía incautó más de cien gramos de marihuana repartidos en varios contenedores. Por ello, el segundo ha sido condenado a pasar 14 días en el calabozo, mientras que Jaycee, a quien la prensa también acusa de haber probado sustancias prohibidas en un viaje a Holanda en 2006, se enfrenta a una condena de entre seis meses y tres años de cárcel por haber escondido la droga y haber permitido que otros utilizasen su domicilio para consumirla.

No obstante, algunos medios chinos ya barajan la posibilidad de que la pena sea reducida por el arrepentimiento que han mostrado los imputados. El primero fue Ko Kai, que el martes apareció llorando en la televisión nacional para confesar su delito y asegurar que estaba avergonzado del mal ejemplo que ha dado a sus seguidores. Sin duda, con su estelar aparición vestido con el uniforme de la prisión, y con la reacción de Jackie Chan, las autoridades ya han conseguido enviar un claro mensaje de tolerancia cero hacia las drogas. No obstante, la policía asegura que la campaña contra su uso continuará, y nadie descarta que más famosos caigan en las operaciones. No en vano, según los propios dirigentes chinos, el consumo de estupefacientes ha crecido de forma alarmante durante la última década, razón por la que Pekín ha puesto en marcha la mayor campaña antidroga que se recuerda en los últimos 20 años.