Jackie Chan viaja a Pekín para interceder por su hijo arrestado

El arresto del hijo de Jackie Chan, Jaycee Chan, y del cantante taiwanés He Zhendong, conocido también como Kai Ko, no sirve de gran cosa si no se puede convertir en un caso ejemplarizante que envíe un mensaje claro y contundente a quienes creen en China que la fama, los contactos en el Gobierno, y el dinero les amparan en su desprecio de la ley. Por eso, este martes la televisión estatal CCTV ha emitido la confesión de He, unas imágenes en las que se muestra incapaz de contener las lágrimas al reconoce ser culpable de haber consumido marihuana con Jaycee, en cuya residencia de Pekín la policía se incautó de cien gramos de esa sustancia.

“Estoy completamente arrepentido, y lo siento por todos los que siempre me han apoyado. He sido un muy mal ejemplo y he cometido un gran error”, ha dicho He en un humillante vídeo en el que, curiosamente, ha aparecido con la cara pixelada y en el que también se han mostrado las imágenes que los agentes grabaron en el domicilio de Chan cuando encontraron la droga en diferentes recipientes. “Casi me desmayo cuando he oído la noticia”, ha reconocido Angie Chai, directora de la agencia que le representa, Star Ritz. “Es evidente nuestra negligencia en su educación. Esperábamos que fuese disciplinado, pero ha cometido un error muy grave y asumimos la responsabilidad por el nefasto ejemplo que ha dado”. El cantante será encerrado durante dos semanas por consumo de estupefacientes.

Jackie Chan, que siempre ha querido erigirse en paradigma del civismo, también tendrá que asumir su responsabilidad como padre. De momento, la estrella de las películas de artes marciales ha volado hoy a la capital china para interceder por su hijo, que, según la cuenta el microblog de la policía de Pekín, está acusado de “haber proporcionado cobijo a otros para que abusen de sustancias prohibidas”. Si es declarado culpable podría ser sentenciado a tres años de prisión, una condena que supondría un gran bache para su incipiente carrera como actor.

A pesar de las muestras de arrepentimiento y de las graves consecuencias que pueden acarrear los actos de He y de Chan, los internautas chinos han mostrado poca empatía con ellos. “Es un buen momento para que China demuestre que todos somos iguales frente a la ley”, escribe un usuario de Weibo, el equivalente chino de Twitter. “Puede ser una buena lección para los niñatos de los poderosos”, añadía otro. Uno de los responsables de la actual campaña antidroga aseguró a la agencia Associated Press que los famosos están en su diana “por la gran influencia que ejercen sobre grandes grupos de fans”. Aunque el director ejecutivo del Cuerpo de Narcóticos, Jin Zhihai, negó más tarde dijo en declaraciones al diario local Beijing Times que se esté persiguiendo a un grupo concreto de personas: “Si se aumentan los controles de drogas, es lógico que aumente también el número de celebridades arrestadas”.

Si Jaycee Chan es declarado culpable podría ser condenado a tres años de prisión

Por ahora ya ha caído una docena. Todos ellos, además de ser castigados por la justicia, verán cancelados sus proyectos con empresas estatales. De hecho, hoy el diario de Hong Kong South China Morning Post recoge las palabras de un director de Pekín, cuyo nombre no ha trascendido, que estaba rumiando la posibilidad de darle a He el papel protagonista de una película. “Ya no podemos contratarlo porque ha sido detenido en un caso relacionado con drogas”, sentencia. En el caso de Chan, que tiene firmados también contratos publicitarios y había participado en una campaña de publicidad antidroga, su arresto puede suponerle un varapalo económico muy importante.