La chica dura llega a Hollywood

Californiana, 27 años y dura de pelar. Esa es Ronda Rousey, más conocida como Rowdy Ronda por el talante peleón y busca broncas de la primera mujer luchadora de la UFC, la mayor liga de artes marciales mixtas del mundo. Aunque su rostro es desconocido para el gran público, es la próxima heroína de acción de Hollywood. Rousey será “uno de los chicos” en Los mercenarios 3 —película que se estrena este jueves—, una protagonista en un reparto lleno de tipos duros como Sylvester Stallone, Arnold Schwarzenegger y Jason Statham y menos duros pero igual de conocidos como Antonio Banderas, Harrison Ford o Mel Gibson. La luchadora también figura en Entourage, película basada en la serie El séquito y centrada en la vida de Hollywood. Y por si fuera poco, esta rubia, todo músculo y cero de grasa, se ha hecho un hueco en otra de las grandes franquicias del momento, la esperada Fast & Furious 7.

Rousey llega al cine en un buen momento. Sus sueños de actriz coinciden con la búsqueda de relevos en el campo de las chicas duras. Angelina Jolie, protagonista de sagas de acción como Tomb Raider o Salt, prefiere ahora dedicarse a la realización y a la familia. Milla Jovovich, que encarnó el videojuego hecho película Resident evil, roza peligrosamente los 40. Y la carrera cinematográfica de la luchadora Gina Carano, que parecía una alternativa como heroína de acción, quedó descarrilada tras el fracaso de su debut en Haywire.

Es la primera mujer en la mayor liga de artes marciales mixtas del mundo

En el campo de las artes marciales mixtas, Rousey es la reina. No solo es la primera mujer en una liga como la UFC, exclusiva para hombres hasta hace dos años. Además ha ganado en todas y cada una de las peleas dejando a sus oponentes en el suelo llorando de dolor. Ahora quiere triunfar en Hollywood. Su meta: protagonizar su propia saga. Sus trabajos en Los mercenarios 3, Entourage o Fast & Furious 7 no son más que los ganchos hacia ese filme titulado The Athena project. Ahí estará al frente de un grupo antiterrorista de élite formado íntegramente por mujeres. Sus representantes en la agencia en William Morris Endeavor y la propia Rousey esperan que la saga sea para la nueva actriz lo que Rambo, Terminator o La jungla de cristal fueron, respectivamente, para Stallone, Schwarzenegger y Bruce Willis.

Quienes la conocen admiran el tesón de esta deportista. Hija de la primera estadounidense que consiguió la victoria en los campeonatos mundiales de judo, empezó su entrenamiento como nadadora. No tuvo que pasar mucho tiempo hasta que siguió los pasos de su madre, consiguiendo la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Pekín en 2008 cuando solo tenía 21 años. Aunque no todo en su vida han sido siempre alegrías y éxitos. Huérfana de padre tras el suicidio de su progenitor cuando ella era una niña, lo único que le quedó de él fue el apodo de Ronnie por el que también la conocen muchos de sus fans.

Sus sueños de actriz coinciden con el relevo de Angelina Jolie y Mila Jovovich

Del judo saltó al campo de las artes marciales mixtas donde consiguió lo que la UFC siempre había rechazado: la presencia de una mujer en su liga. Criticada por su intromisión en un mundo hasta entonces solo para hombres, sus fans son mucho más numerosos que sus detractores. Así quedó claro en una reciente firma de autógrafos donde sus seguidores hicieron cola durante toda la noche hasta conseguir la tinta y el sudor de Rousey.

Su salto a Hollywood no es tan descabellado. Son muchos los luchadores que la preceden con un éxito notable. Entre los ejemplos más recientes están Dwayne Johnson, más conocido como The Rock en sus años como luchador profesional y ahora protagonista de Hércules. O Dave Batista, otro profesional de las artes marciales mixtas y del culturismo que forma parte del nuevo gran estreno de Marvel, Los guardianes de la galaxia. La diferencia es que ellos son hombres, y ella una mujer dura de pelar y a la que en más de una ocasión tendrían que lavarle la boca con jabón, algo poco habitual en Hollywood. Como reconoció recientemente a la prensa, si Natalie Portman dijera una sola de las cosas que salen por su boca, el escándalo estaría asegurado. “Pero todos están habituados a mí”, añadió dispuesta a pelear su lugar en Hollywood.