Nada es lo que parece ¿o sí?
Algunos articulistas adelantan la debacle del PSOE en las próximas elecciones porque, según ellos, el PSOE de Pedro Sánchez es “el mismo perro con distinto collar”. Naturalmente. ¿Qué esperaban, que mutase en otro Podemos, o quizá en otra IU? La socialdemocracia atraviesa, no solo en España sino en toda Europa, una crisis profunda, no tanto derivada de la falta de concreción de su misión-visión, sino del cambio radical emprendido por los partidos llamados de derechas que han perdido todo su contenido liberal, convirtiéndose en partidos que practican, allá donde mandan, políticas tan intervencionistas y de fiscalidad tan agresiva que han superado las expectativas de cualquier partido socialista. El mantenimiento, si no incremento, del intervencionismo del PP en todos los ámbitos de la vida de los españoles ha sido, en las dos ocasiones que ha gobernado y por mayoría absoluta, inadmisible para un partido que se define a sí mismo como conservador liberal y centroderechista. Esto ha dejado outsideal intervencionista PSOE.
Por otra parte, también el electorado del PSOE no ha podido digerir que, por segunda vez en la historia, y después de lo de Filesa, Malesa, Time-Export, GAL y el caso Roldán, en Andalucía se haya destapado, a pesar de la junta, todos los casos de corrupción que implican a altos responsables de los socialistas andaluces; de momento. Y también que, junto con el PP, el PSOE sea cómplice del crimen más deleznable que se puede cometer en democracia (metafóricamente hablando): impedir la posibilidad de que exista una justicia libre y sin injerencias políticas.
Hablando, ablando algunas posturas. Creo.— José María Lorente Hernándis.
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