‘El camino del diálogo’
Leo con atención al señor Fabian Picardo (El camino del diálogo,EL PAÍS 9 de julio) y su hagiográfica visión de la historia de las relaciones entre Gibraltar y sus contumaces vecinos españoles. Echo de menos, eso sí, referencias a episodios como el robo de territorio perpetrado por las autoridades británicas de Gibraltar después de la epidemia de fiebre amarilla en la Roca en 1815, entre otros menos amables.
Al señor Picardo le haría bien hacer un ajuste de percepciones, comenzando por la del sentido de su propia relevancia. Gibraltar es, de momento, un territorio británico. Por consiguiente, con el territorio británico de Gibraltar, España no tiene nada que hablar. España hablará con su igual, Reino Unido. El foro tripartito fue un error que España no debe volver a cometer. Todas las conversaciones sobre el territorio británico de Gibraltar deben tener números pares. Escuchar las reivindicaciones de este territorio corresponde a los británicos, no a los españoles, y aquellos son perfectamente capaces de traerlas a cualquier mesa de diálogo si lo creen pertinente.
España puede hacer mucho para ayudar al señor Picardo. Debemos liberarnos de tontos complejos que, entre otros, nos han hecho caer en usar el mismo lenguaje connotado que interesa a las autoridades británicas de Gibraltar. Propongo usar términos como “territorio británico de Gibraltar” (no todo el territorio al que nos referimos como “Gibraltar” es británico, por cierto), que puede ayudar a dar el mensaje de que no es homólogo a España y a Reino Unido. De forma similar, hablar de “autoridades británicas de Gibraltar” en lugar de “autoridades gibraltareñas” puede reforzar el mismo mensaje.— José V. Argüello.
