Robots telefónicos

Estoy francamente harto de las compañías telefónicas y de muchas otras grandes empresas multinacionales, estatales o privadas. Hace no muchos años un cliente de cualquiera de estas compañías, cuando tenía algún problema o avería, podía dirigirse directamente a algún teléfono en el cual le atendía “un ser humano”. Actualmente eso es casi imposible, siempre contesta una voz grabada como si se tratase de un robot; en la mayoría de los casos empiezas escuchando una musiquilla machacona, en otras repitiendo como un idiota los monosílabos que te indican y casi siempre acabas siguiendo unas instrucciones que te van llevando de un lado a otro sin conseguir solucionar el problema. Por si fuera poco normalmente son números (901/902) que el cliente paga religiosamente en su factura telefónica.

Pediría a estas macrocompañías que, por favor, pongan al otro lado del hilo telefónico a personas que te atiendan y con las que se pueda hablar y resolver el problema de forma rápida y eficiente. Está muy claro que incorporando estos “robots telefónicos” estas empresas se ahorran mucho dinero en personal y encima obtienen un superávit de beneficios. ¿No se dan cuenta de que no atendernos debidamente es una falta de respeto y una incompetencia? El trato humano y personalizado es otra de las muchas cosas que añoro de los tiempos pasados.— Guillermo Martí Ceballos.