Cine como ver tele en casa
¿Cómo nos gusta ver cine? “Si estuviéramos en casa, ¿qué mueble elegiríamos para sentarnos a ver una película?”, los arquitectos del estudio ecuatoriano Al borde se hicieron esa pregunta. La respuesta fue unánime: la cama. Así, para diseñar un cine temporal idearon la grada más cómoda del mundo: un lecho gigante.
Curiosamente el encargo consistió en solicitar un diseño para lo que terminaron por no hacer, las butacas. Les pidieron que transformaran temporalmente un auditorio –un enorme graderío- en una sala de cine. Como el proyecto era temporal, las butacas debían ser apilables y desmontables. Más allá de esa condición el encargo tenía otras dos: había poco dinero y poco tiempo para encontrar una solución.
Así, los arquitectos de Al borde -David Barragán, Pascual Gangotena, Marialuisa Borja y Esteban Benavides- comenzaron por analizar la función de la butaca. Concluyeron que la principal consistía en acomodar a un espectador que permanece allí más de una hora. Ese era el objetivo: ofrecer comodidad durante más de una hora, pero no había necesidad de hacer una butaca. De modo que comenzaron a buscar la comodidad por otro lado, haciendo más preguntas:
-“Si estuvieras en tu casa, ¿cuál sería el lugar más cómodo para ver una película?”. Lo que hace que la cama sea tan cómoda es la superficie mullida y son también las almohadas que regulan la posición y la inclinación del cuerpo. Como el auditorio estaba forrado de moqueta, contaba ya con una superficie acolchada, blanda, cómoda. Pero faltaba la almohada para regular la posición e inclinación del cuerpo.
En eso consistió el proyecto: en realizar almohadas por todo el auditorio con las que los usuarios encontraran individualmente su posición de mayor comodidad para ver la película. El auditorio se convirtió así en un espacio domestico, o domesticado, donde poder ver cine como en casa.
Babelia
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