Cantar no es suficiente
Conchita, la mujer con barba que representaba a Austria, fue la que ganó Eurovisión. No tenía la mejor voz de los concursantes, pero eso es algo que poco se valora ya en el festival más importante de Europa. Desde hace muchos años, lo único que cuenta en este evento es llamar la atención y tener una buena relación con los países vecinos. En relación a lo primero es evidente. Dos actuaciones llamaron la atención y armaron revuelo en las redes sociales por encima de las demás: Polonia, que se perdió en la clasificación con unas cantantes más cualificadas físicamente que vocalmente, y Austria que impactó más por su barba que por su música. En cuanto a lo segundo, no es algo nuevo que los países vecinos se voten entre ellos y se vean beneficiados aquellos que más intereses comparten. A pesar de eso, España igualó el resultado de Pastora Soler en 2012 y Ramón del Castillo en 2004 la vez que menos interés le han puesto los medios de comunicación y los propios ciudadanos españoles.— Lidia Robles Rosa.
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