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DOCUMENTAL

Jardines de independencia

El corto 'After my garden grows' cuenta cómo un programa de huertos en la India está ayudando a las mujeres a casarse más tarde y a no depender de un hombre

Vídeo: SUNDANCE INSTITUTE
Pablo Linde

En India, las bodas suelen tener poco que ver con el amor. Las jóvenes no se casan; las casan. Es un modo de vida. El único admisible, sobre todo para una mujer, que ni siquiera es una parte primordial del proceso. Lo que importa no es ella, sino su dote. Bastan unos diálogos del corto documental After my garden grows (Después de que crezca mi jardín) para contemplar esta  realidad: “Mis padres están intentando buscarme marido, si tardan mucho no me encontrarán un buen hogar”.

Pero esta no es la historia que Megan Mylan, directora de la cinta, quiere contar. O no la única. Un programa en la región de Bengala Occidental está promoviendo que las jóvenes cultiven pequeños huertos y vivan de ellos. No se trata tanto de agricultura como de autonomía. Quienes participan en este plan están logrando casarse más tarde y no hacer depender su vida de un marido. “La gente no se plantea educar a sus hijas, ayudarlas a ser independientes”, se queja una de las protagonistas.

Mylan, que lleva 20 años realizando documental social y ha sido ganadora de un Oscar con el film Smile Pinki, explica que conoció el programa a través de una amiga y quedó fascinada de cómo mediante la tierra se podían cambiar tantas cosas. “Cuando las chicas van al mercado a vender sus verduras, cambia por completo su papel en la familia. Pasan de ser prácticamente una carga a la que hay que colocar, a proveedoras. Es una revolución”, afirma.

La cineasta pasó apenas una semana en la India con una familia. Cuenta que prácticamente se limita a dejar la cámara ahí, espera a que quienes son filmados se familiaricen con ella y a partir de ese momento, todo fluye de forma natural. “Trato de conectar con la gente a través de las vidas de otros”, explica.

Optimista sobre cómo el mundo está mejorando poco a poco, Mylan es consciente de que los cambios son lentos, de que programas como el que ha filmado son un pequeño grano de arena, pero considera importante contribuir con cintas como la suya e intentar que la gente vea que un futuro mejor es posible con muy poco. En el caso de After my garden grows, con un poco de tierra.

La cinta es una de las cinco que sirven de modelo para que realizadores de todo el mundo participen en concurso del Sundace Institute de cortos sociales en colaboración con la Bill & Melinda Gates Foundation dotado con cinco premios de 10.000 dólares y el estreno en la edición de Festival de Cine de Sundance de 2015.

Sobre la firma

Pablo Linde
Escribe en EL PAÍS desde 2007 y está especializado en temas sanitarios y de salud. Ha cubierto la pandemia del coronavirus, escrito dos libros y ganado algunos premios en su área. Antes se dedicó varios años al periodismo local en Andalucía.

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