Carreteras secundarias
La Europa de las dos velocidades que tanto se ha tratado de evitar desde el comienzo de la crisis es un hecho confirmado en el ejemplo de nuestros vecinos portugueses: viajeros infatigables por carreteras secundarias gracias al alto peaje de las autovías impuesto para poder sufragar su deuda. Por el contrario, nuestros socios nórdicos disfrutan de una red viaria asequible al ciudadano y de gran calidad, generadora de dinamismo económico.
El caso portugués no es una excepción. Similares circunstancias son las que ocurren si comparamos la supresión del copago sanitario alemán y la implantación del italiano o la reducción salarial española frente al incremento germano. La conclusión es clara: mientras el norte va en alta velocidad, el sur se ralentiza inexorablemente.
La austeridad europea, lejos de resolver de forma cohesionada la crisis, parece que busca establecer dos Europas donde la capacidad de influencia de los países del norte sobre el sur crece gracias a un sistema presupuestario solo controlable por los ciudadanos mediante el Parlamento Europeo.
Por tanto, los comicios de mayo suponen una oportunidad única para todos nosotros si deseamos construir la Europa ciudadana y generar futuro; porque, de no ser así.
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