La gaditana Hidalgo
Para los franceses, Picasso era francés. Es cierto que nació en Málaga, pero la reivindicación es justa. A los 19 años ya estaba en París, donde al principio malvivió, pero donde su trabajo fue entendido y valorado. ¿No es más patria la que te acoge que la que te invita a marchar? Por eso no puedo evitar sonreír cada vez que leo en la prensa frases como la que venía el domingo 6 de abril en la portada de EL PAÍS: la gaditana Hidalgo ya reina en París —cuando esta vive en Francia desde los dos años—. Algo parecido ha sucedido esta semana con Manuel Valls, que frente al alud de titulares que subrayaban aquí su procedencia barcelonesa, se ha visto forzado a aclarar que no reniega de sus orígenes, pero que se considera francés. Exportamos talento, pero las vidas de estas personas se han realizado en otro país hasta el punto de considerarlo como propio. No creo en la señora Aguirre cuando dice que nuestros retoños —que hoy huyen en masa al extranjero— regresarán algún día habiendo esparcido la Marca España por el mundo; de seguir así este país nuestro, con suerte volverán para ir a la playa.— David Steegmann Mangrané.
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