De viajes, inyecciones y seguros
Como hoy no tengo fiebre, me he animado a escribir un post para mantener vivo al Viajero Astuto, no sea que alguien lo entierre.
Una larga y misteriosa enfermedad (he sido nominado para los premios House al paciente más difícil) me tiene postrado y febril desde finales de diciembre. Parte de este tiempo lo he pasado ingresado en un hospital madrileño, y entrando y saliendo de diversas consultas.
Me han hecho más pruebas que a un abducido por los marcianos de Roswell: desde escanearme en lonchas como a una barra de choppez a sacarme muestras de sangre suficientes como para completar la colección de Dexter.
¿Y qué tiene que ver todo esto con los viajes?, os preguntaréis algunos. Pues que si me hubiese puesto malo justo un mes y medio antes, me habrían tenido que ingresar de urgencias en algún hospital de Osaka o Tokio, por donde andaba de viaje. Como Japón no tiene acuerdo sanitario con España, ¿adivináis quién habría tenido que pagar el TAC, los electrocardiogramas, los hemocultivos, el ecocardio, la manutención y todas las pruebas que todavía me siguen haciendo?
En mi caso, la factura la habría pagado el seguro con ampliación de cobertura médica que tuve la precaución de contratar antes de salir (unos 50 euros para una semana), pero algunos compañeros de ruta, confiados en su fortaleza física o su suerte, viajaban alegremente sin red. Para el que no lo sepa, los gastos hospitalarios en países como Japón o Estados Unidos pueden ser desorbitados. Foto: Armstrong Roberts /Corbis
En los viajes organizados, las agencias están obligadas a ofrecer un seguro básico incluido en el precio del paquete que cubre algunas eventualidades que pueden presentarse durante el viaje, como gastos médicos o de repatriación, hasta un límite. La cobertura sanitaria máxima de este tipo de seguros suele estar entre 3.000 y 6.000 euros, una suma insuficiente si te tienen que tratar en un hospital de Nueva York o repatriarte desde algún remoto lugar sin infraestructura sanitaria. Para no mojarse en estos países, se recomienda contratar un paraguas de entre 18.000 y 50.000 euros. Foto: Janni Chavakis / Corbis
Aventuras sin problemas
Los viajes deportivos y de aventura requieren seguros especiales que amplían la cobertura aunque tienen primas más altas que los ordinarios. La póliza deportiva más extendida es la que cubre la práctica del esquí, aunque también las hay para golfistas, para buceadores, para montañeros… Casi todas las compañías tienen pólizas, por días o por temporada, que garantizan los gastos de socorro y rescate, indemnizaciones por pérdida o daño del equipo y reembolso de los gastos de clases y remontes; los precios, por temporada, parten de unos 50 euros.
El mundo del buceo también cuenta con sus propios seguros, muy especializados; uno de los más completos es el que proporciona DAN (Divers Alert Network), con cuatro tipos diferentes de pólizas para buceadores deportivos o profesionales. Las agencias de viajes alternativos suelen contemplar en el precio de sus viajes seguros adecuados al destino, como el Vacacional Complet-Trekking, una póliza que llega hasta el campamento base del Everest.
También puedes enfermar antes del viaje. Los seguros específicos de anulación permiten recuperar el importe de la reserva si por algún motivo el viaje no se puede realizar o se ve interrumpido. Los supuestos pueden ser muy variados: robo de la documentación, enfermedad o fallecimiento de un familiar, convocatoria de exámenes para una oposición, divorcio, despido laboral, convocatoria de juicio... Imprescindible leerse la letra pequeña.
Tarjeta Sanitaria Europea
Los ciudadanos españoles también pueden solicitar y recibir por correo en un par de días, la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE), un documento que acredita el derecho a recibir las prestaciones sanitarias que resulten necesarias durante una estancia temporal por motivos de trabajo, estudios o turismo en el territorio de la Unión Europea y países como Suiza.
Os deseo muchos viajes; sanos, divertidos y felices. Entretanto, yo seguiré contando los días y mirando el termómetro. Saludos.
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