Última oportunidad

Desde que surgió el movimiento del 15M las formas de lucha de la ciudadanía han cambiado y esto ha pillado algo despistada a gran parte de la izquierda, que parece que sigue sin dar con la tecla para conectar con la ciudadanía. Partidos políticos como Izquierda Unida y sindicatos se están viendo lastrados en su acción política por su herencia y sus métodos desfasados.

Por parte de las cúpulas dirigentes totalmente burocratizadas, no parece que exista una verdadera voluntad de realizar acciones que permitan convertirles en herramientas útiles para que la ciudadanía pueda canalizar la indignación y convertirla en cambio político. En este sentido, el gran partido de la izquierda alternativa, Izquierda Unida, ha desaprovechado una oportunidad más de conseguir una unión con la que concurrir a las elecciones europeas. Quizás por esto, desde abajo, desde el activismo social, se ha lanzado una plataforma política, llamada Podemos, para que partidos y movimientos sociales converjan, en un proyecto de unidad y participación ciudadana, de cara a la próxima convocatoria electoral. Este proyecto, encabezado por el profesor de ciencia política Pablo Iglesias, aspira a conectar con esa ciudadanía indignada. Pero para convertirse en una alternativa necesitará de una gran unión de la izquierda, y eso no se puede conseguir sin Izquierda Unida. Parece que los que tienen el sillón no están por la labor; esperemos que cambien de opinión por el bien de la izquierda.— Juan Francisco Rodríguez Gómez.