La viuda de Steve Jobs rehace su vida con el exalcalde de Washington
Laurene Powell comparte proyectos profesionales y vida privada con Adrian Fenty
Decían que Adrian Fenty representaba el futuro en Washington. Allí nació, creció y llegó a ser alcalde con solo 35 años de edad. Pero desde que dejó el gobierno de la ciudad, que aglutina el poder político en Estados Unidos, su vida mira más hacia Silicon Valley. No solo en lo profesional, también en lo privado. Este político que se presenta en público como un visionario es la persona sobre la que Laurene Powell está reconstruyendo ahora su vida, tras la muerte hace algo más de dos años de Steve Jobs. Hace semanas la noticia comenzó a circular. Tiempo después ellos no lo niegan.
Fenty, 42 años, y Powell, ocho más que él, tienen una cosa en común: les apasiona la educación y luchan codo con codo por la reforma del sistema. De hecho, se conocieron en una conferencia en Houston sobre los derechos de los estudiantes. Eso fue cuando Jobs estaba en fase terminal. En febrero de 2012, el nombre del exalcalde ya aparecía en el directorio de College Track, uno de los programas que apoya la fortuna de la heredera del cofundador de Apple.
La relación profesional entre ambos fue creciendo hasta que el pasado verano la prensa estadounidense quitaba oficialmente el luto a la viuda de Jobs y revelaba su relación con Fenty, que ahora un año anunció la separación de su mujer Michelle tras 15 años de relación.
El pasado abril fue la propia Powell quien rompió el silencio en el que ha vivido para saltar a escena y mostrar al mundo su papel de activista. Lo hizo para apoyar la reforma migratoria, otra de las causas por la que lleva años luchando junto a la reforma educativa. La viuda de Jobs es la mayor fortuna de Silicon Valley. La revista Forbes calcula su riqueza personal en 11.700 millones de dólares, lo que le coloca entre las 100 personas más ricas del mundo.
La empresaria, formada en las escuelas de negocios de Wharton y Stanford, es la principal accionista en Walt Disney. De ahí le llega la mayor parte de su fortuna, que se completa con acciones de Apple. En la lista de mujeres más poderosas, la también fundadora y presidenta de Emerson Collective, aparece en el puesto 39. De Jobs aprendió las tácticas de persuasión que ahora utiliza para atraer la atención.
El presidente Barack Obama la designó un año antes de morir Steve Jobs miembro del consejo que le asesora en cuestiones para mejorar las condiciones sociales de las comunidades. Como otras grandes figuras dedicada a la filantropía y el activismo social, Laurene Powell cree ahora que su labor puede ser más efectiva si se da a conocer. Eso sí, trata siempre de controlar la faceta que quiere mostrar al público. A Powell se le considera también en el mundo de los negocios como un ángel, porque invierte en compañías emergentes como en Ozy Media. También es cofundadora de Terravera, dedicada a productos orgánicos.
Mientras Fenty da rienda suelta a su visión en el bufete Pekins Coie, la firma que representa a Amazon, Microsoft, Google, Facebook y Twitter, y en el fondo de capital riesgo Andreesen Horowitz.
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