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Cuatro generaciones de Windsor junto al abeto navideño

Por primera vez en un siglo, tres herederos al trono británico celebran juntos las fiestas

La reina Isabel II, en el palacio de Buckingham, tras su tradicional discurso de Navidad.
La reina Isabel II, en el palacio de Buckingham, tras su tradicional discurso de Navidad.CORDON

Cuatro generaciones de Windsor se reúnen en la finca de Sandringham, en el condado inglés de Norfolk, para las primeras navidades del príncipe Jorge. El año pasado, Catalina, que sufría las náuseas de las primeras semanas de embarazo, se refugió en casa de sus padres junto a Guillermo y el príncipe Enrique se encontraba en Afganistán. Y en 2011 las celebraciones quedaron empañadas por el delicado estado de salud del duque de Edimburgo, que tuvo que ser ingresado en el hospital. Estas navidades, sin embargo, estarán todos juntos y, para celebrarlo, la reina ha convocado a 30 miembros de la familia real, muchos de ellos con niños pequeños. La mansión de la reina se les quedará pequeña y algunos de los invitados (probablemente los royal de menor rango) tendrán que alojarse en las habitaciones de servicio.

El matrimonio de los duques y la llegada del príncipe Jorge han distendido el protocolo real

A instancias del príncipe Guillermo los abuelos paternos se han implicado más de lo previsto en la vida del bisnieto de Isabel II. Esta participación sin precedentes podría desembocar en una invitación personal de la reina a los Middleton. Michael, Carole y sus hijos Pippa y James han estado recibiendo lecciones de tiro, por lo que es probable que tomen parte en la cacería que se celebra en Sandringham el 26 de diciembre. Otra de las invitadas sorpresa a la caza del faisán podría ser Cressida Bonas, la novia aristo-bohemia de Enrique, que recientemente ha abandonado sus aspiraciones como bailarina y ha aceptado un trabajo estable como asistente personal en Londres, que parece más apropiado para una futura princesa.

La reina Isabel II de Inglaterra, con su hijo Carlos, su nieto Guillermo y su biznieto Jorge.
La reina Isabel II de Inglaterra, con su hijo Carlos, su nieto Guillermo y su biznieto Jorge.Jason Bell

El matrimonio de los duques de Cambridge y el nacimiento del príncipe Jorge parecen haber traído una distensión del protocolo real. Pero aunque estas navidades serán más jóvenes y diversas hay ciertas tradiciones que los Windsor siguen religiosamente. Las pascuas en la espartana y gélida mansión de Sandringham son familiares pero se organizan según una férrea disciplina. Los invitados empezaron a llegar el día 24 por orden de antigüedad. El príncipe Carlos y Camilla son los últimos en hacer su aparición en la finca. Los recién llegados son recibidos por té y scones, lo que da el pistoletazo de salida a una apretada agenda de eventos y cambios de vestuario que los convidados deben seguir sin rechistar. La duquesa de York se quejó en su día de que tuvo que cambiarse ocho veces de ropa en sólo 24 horas. Al contrario que en el domicilio Middleton, aquí el príncipe Jorge no recibirá regalos caros. En la casa Windsor es costumbre entregar baratijas, como tapas para el inodoro, camisetas con frases tontas o marcos de foto. Lady Di fue la única que osó a desafiar el hábito, ofreciendo jerséis de cachemir a su familia política. La entrega de regalos es precedida de una cena de gala. Y la noche se celebra con unas partidas de juegos de mesa.

La familia suele regalar baratijas, como tapas de inodoro, camisetas con frases tontas o marcos de fotos

El día de Navidad empieza con un típico desayuno inglés. La reina va a la iglesia para comulgar en privado y asistir al servicio navideño. Mientras ella se desplaza a la iglesia de Santa María Magdalena en coche, el resto de la familia va caminando. A la comida tradicional de pavo local con verduras de la huerta seguirá un brindis frente a la televisión para ver la retransmisión de la tradicional felicitación de la reina. Los compromisos del 25 se completan con un paseo al aire libre y una cena de buffet. Isabel II y el príncipe Felipe permanecen en la mansión hasta el 6 de febrero pero la mayoría de los invitados harán las maletas la mañana del 27 de diciembre.

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