Autorización para detener y cachear

Que los vigilantes puedan detener y cachear en la calle, personalmente me parece una barbaridad. Además, creo que es anticonstitucional o al menos debiera serlo. Se pervierte el concepto de autoridad pública que es la que, con poder delegado por la ciudadanía, ejerce en nombre de ella una labor de seguridad y protección. Pero la autoridad legítima no puede a su vez delegar o subcontratar ese poder que le hemos dado para que lo ejerzan unas empresas privadas con ánimo de lucro; no le hemos dado permiso para ello. Creo que es una aberración en esta estúpida carrera hacia la privatización de todo lo público en la que las autoridades están tirando piedras contra su propio tejado (y el nuestro). Por otra parte es una especie de reconocimiento implícito de incapacidad e incompetencia por su parte. Mi más enérgica protesta.— Juan I. Alonso Suárez.