Márkaris, un pesimista
Leo con tristeza el artículo del pasado domingo de Petros Márkaris sobre Atenas. Voy a Atenas casi todos los meses. Mi novia es de allí y es una de nuestras ciudades favoritas. Tambien Petros Márkaris es uno de nuestros escritores griegos favoritos. Dicho esto, es evidente que Márkaris está invadido por un terrible pesimismo.
Atenas tiene muchos problemas. Es verdad que Kipseli, Agios Pandeleimonas y Omonia se han vuelto lugares difíciles que los atenienses evitan. Sin embargo, la ciudad sigue llena de vitalidad. Pese a la crisis florecen por todas partes iniciativas culturales, teatros alternativos, exposiciones de jóvenes fotógrafos y artistas. Atenas es ahora una ciudad mucho más activa, más alternativa y más interesante que hace unos años. La vida nocturna está cambiando, hay algunos botellones y menos tabernas con rebetiko, pero los locales están llenos y cada día surgen espacios nuevos. El bueno de Márkaris se parece cada vez más a su personaje Jaritos, pero esa visión pesimista es solo una parte —la peor— de la realidad de Atenas estos días.— Joaquín Urias.
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