La huella española en Nueva York
He leído con interés el reportaje La Nueva York de nueve españoles.
Como neoyorquino e investigador de la emigración española a Estados Unidos reconozco que esta ciudad está sembrada de historia española gracias a varias oleadas de migraciones y exilios. Desgraciadamente, se trata de una historia bastante desconocida.
El texto del reportaje y los personajes que salen en él evocan muchos ejemplos. La gaitera Cristina Pato vive en una zona que, hace 100 años, estaba densamente poblada por gentes de su terriña. Uno de sus restaurantes predilectos —La Nacional— se ubica en la sede de la Sociedad Benéfica Española, fundada en 1868. La estación de metro que fascina al chef Dani García es obra del valenciano Rafael Guastavino. El barrio de Brooklyn en el que reside el artista Juanli Carrión estaba, hace 80 años, repleto de bares y pensiones regentados por y para inmigrantes españoles.
Nueva York tiene la virtud de que a muchos de sus visitantes les produce la sensación de ser sus descubridores. Pero se trata de una ciudad llena de huellas españolas; una historia oculta como tantas que hace falta rescatar.— James D. Fernández.