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3.500 Millones
Coordinado por Gonzalo Fanjul y Patricia Páez

'Salvemos la hospitalidad': una victoria de los ciudadanos

Esta entrada ha sido escrita por Nacho Sánchez, de la ONG Málaga Acoge.

Un grupo de niños de un colegio de la localidad de Santiponce, en Sevilla, debía hacer un trabajo para celebrar el día de Andalucía, el 28F. Les tocó la provincia de Granada y, tras una investigación, decidieron contar la labor de la asociación Granada Acoge. Mientras recababan datos, se sorprendieron con una campaña que promovía la entidad: Salvemos la Hospitalidad. “Nos llamó la atención porque, aparte de ayudar a los personas inmigrantes sin papeles dándoles cobijo, comida, amistad, cultura… También se preocupaban de las personas que ayudan a estas personas por su cuenta”, cuentan los alumnos en una carta que enviaron hace unos días a www.salvemoslahospitalidad.org. Se informaron, estudiaron el caso, se pusieron en contacto con los promotores de la iniciativa, debatieron en clase y, finalmente, decidieron presentar una moción en su ayuntamiento: semanas después, el Pleno municipal de Santiponce debatía el texto y lo aprobaba.

Su caso es un claro ejemplo de que si se quiere, se puede. Y de que las personas se pueden movilizar ante aquello que consideran una injusticia. Incluso las más pequeñas. Y cómo lo hacen ante propuestas que buscan una sociedad mejor, trabajan por el concepto de ciudadanía, buscan remarcar lo positivo frente a lo negativo. Estos niños son parte del futuro y dan esperanzas de que, para entonces, algo haya avanzado en vez de retroceder, como todo hace últimamente. Por eso, la plataforma Salvemos la Hospitalidad agradece especialmente el apoyo de estos niños, como el de las miles de personas, entidades sociales y administraciones que han hecho suya la campaña y han demostrado su rechazo a la criminalización de la solidaridad. Entre todos han conseguido que el gobierno rectifique e introduzca los cambios solicitados en el texto del nuevo Código Penal. Una victoria de la sociedad. Una más.

Más de 63.000 personas firmaron la iniciativa en Change.org de la plataforma y casi medio centenar de entidades sociales de todo el país (de Médicos del Mundo a Cáritas, pasando por Andalucía Acoge, SOS Racismo, Pueblos Unidos, APDHA, Picum…) han promovido y apoyado las acciones propuestas por Salvemos la Hospitalidad, que pedían el cambio del artículo 318bis que estaba reformulando el Gobierno. Una de las propuestas planteaba que las administraciones aprobaran una moción en contra de esa reforma del Código Penal y a favor de la hospitalidad: se presentaron en 127 municipios de toda la geografía española, de los que 68 la han aprobado y sólo 12 se han denegado o no tramitado, estando las restantes en trámite. Ahí se encuentran ayuntamientos como el de Valencia, Sevilla, Palma de Mallorca, Málaga o Alicante y los parlamentos autonómicos de Navarra, Valencia y Aragón, todos incluidos en el Mapa de la hospitalidad. Buen momento sería también, tras la rectificación gubernamental, para analizar por qué hay ayuntamientos como el de Madrid donde se han negado a aprobar las mociones presentadas, en su mayoría, gobernados por el PP.

La aprobación del texto en las corporaciones municipales no ha sido un hecho puntual. Ha servido para que los Plenos debatan el trabajo local con personas inmigrantes, visibilizar las posibles carencias en la política municipal y, también, han promovido que cada consistorio se comprometa a fomentar la buena vecindad: las mociones incluían un punto que comprometía a cada corporación a “continuar trabajando en la línea desarrollada por el Ayuntamiento de promoción de convivencia en la ciudad, con independencia de cuál sea el origen, la nacionalidad o la situación administrativa de las personas que viven en nuestra ciudad”.

Pero no es oro todo lo que reluce. La rectificación del Gobierno ante la barbaridad que suponía entender como delito conductas solidarias, es solo una buena noticia dentro de las malas nuevas que trae el Código Penal. Salvemos la Hospitalidad seguirá viva hasta que pasen los trámites parlamentarios y se confirme oficialmente que se excluye la hospitalidad del texto, pero quizás sea ese el momento de arrancar una nueva iniciativa para denunciar algunos de los cambios que trae el reformado Código Penal, más retrógrado de lo esperado. Entonces, volverá a ser necesario el apoyo ciudadano. Y, de nuevo, se conseguirá. ¡Gracias!

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