La magia del mundo analógico
Cuando era pequeña si me aburría, dibujaba; pero ya no. Ahora mismo estoy escribiendo a mano y es un hecho histórico, porque si estoy en casa siempre utilizo el ordenador. Solo escribo a mano en la universidad (si no fuese por eso se me olvidaría).
Estoy escribiendo con un boli por una sencilla razón: el ordenador está instalando actualizaciones y necesita un buen rato. ¡Pero también me ha costado a mí un rato reaccionar! Me he pasado unos minutos delante del ordenador, mirándolo y pensando: qué desgracia, ¿y qué hago yo ahora? ¡No puedo hacer nada! Y de repente lo he recordado: ¡Ah, sí! Puedo coger un bolígrafo y escribir sin teclear.
Bien, mi mensaje es el siguiente: aprovechemos las infinitas posibilidades del mundo digital, ¡pero sin olvidar la magia del mundo analógico! Dentro de unos años puede que el universo online deje de evolucionar a este ritmo frenético y a lo mejor no nos maravilla tanto como ahora. Será el momento de admirar todo lo que podemos tocar, y entonces los niños de hoy, que casi ni han visto un lápiz, descubrirán que son excelentes dibujantes.— María Zubiaur.
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