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Coordinado por Lola Huete Machado

España rechaza el acuerdo de pesca con Mauritania

El Parlamento Europeo tiene en agenda votar hoy martes si aprueba el acuerdo de pesca entre la Unión Europea y Mauritania. El gobierno de España lo rechaza totalmente y ha pedido a los eurodiputados españoles que voten en contra para evitar su entrada en vigor. Se trata del convenio más importante en volumen y variedad de especies de todos los que la Unión Europea ha negociado con terceros países. Ofrece licencias para 12 estados europeos a cambio del pago de 70 millones de euros a Mauritania cada uno de los dos años que estaría en vigor.

Foto Cpae-cffa.

Las aguas de la costa de Mauritania son muy ricas biológicamente, por eso tienen tanta importancia para los pescadores europeos, que se han visto avocados a faenar en esas latitudes debido el deterioro de sus propios mares.

Históricamente, la Unión Europea se ha asegurado el acceso a las aguas mauritanas a través de una serie de acuerdos bilaterales, el primero de los cuales se firmó en 1987. Estos convenios han sido muy beneficiosos para la UE ya que le permiten más capturas que en ningunas otras aguas, por lo cual no ha escatimado medios económicos para compensar a Mauritania.

El 3 de diciembre de 2012, el Consejo de la Unión Europea dio su visto bueno a la renovación del acuerdo pesquero con Mauritania en el que se establecía una contribución económica de 110 millones de euros al año, de los cuales 70 vendrían de la UE y el resto de las licencias de pesca. Este protocolo fue negociado por la comisaria de pesca Maria Damanaki.

Desde un principio, el convenio ha contado con la oposición del presidente de la Comisión de pesca del Parlamento europeo, el eurodiputado español del Partido Popular Gabriel Mato. Este acusa al actual acuerdo de ser muy caro, poco rentable y reducir las posibilidades de pesca para la flota europea, especialmente en el caso de la que se dedica a la captura del pulpo, que cuenta con un peso muy importante en Canarias y Galicia. Según el eurodiputado, el actual convenio dejará a 32 buques españoles sin caladero y tampoco les ofrecerá otras alternativas.

Con la intención de subsanar estos puntos, los días 17 y 18 de septiembre tuvo lugar en Nuakchot una ronda de negociaciones en las que se consiguieron algunas modificaciones y concesiones por parte del gobierno mauritano, entre ellas: la modificación de las áreas de pesca de gambas, una revisión de los niveles de capturas de cefalópodos y una reducción de las tasa a pagar por los pescadores artesanales europeos.

Además, se acordó una adaptación de la zona de pesca de los buques congeladores de arrastre para mejorar la protección de las posibilidades de pesca y la mejora de los fondos marinos, mejora de las condiciones de embarque para los pescadores mauritanos en los buques europeos, continuación de la investigación científica de cara a poder lanzar una campaña experimental de pesca de pulpo en aguas mauritanas y mayor transparencia en la aplicación de la ayuda sectorial para fortalecer el sector pesquero mauritano.

Estos cambios no han convencido ni al Gobierno de Madrid, ni a la Xunta de Galia, ni al Gobierno canario por lo que la mayoría de los eurodiputados españoles votaran en contra del acuerdo. Parece que la excepción vendrá de los socialistas andaluces. La Junta de Andalucía ha pedido al Gobierno central que no bloqué el acuerdo alegando que, tras las modificaciones alcanzadas en septiembre, el nuevo protocolo, aunque no da respuesta a todas las demandas de Andalucía, sí incorpora mejoras técnicas que suponen un importante beneficio para la flota de congeladores andaluces que históricamente han pescado en esos caladeros.

Es importante tener en cuenta, también, el otro lado del acuerdo, no solo el europeo. En Mauritania, la pesca representa el 50% de los ingresos por exportaciones y un 29% del su PIB y el 36% de su fuerza de trabajo está empleada en este sector. Un estudio en profundidad del protocolo que se está votando en el Parlamento europeo pone de manifiesto que los beneficios que los intereses europeos cosecharan de este acuerdo de cooperación bilateral de pesca tienen un alto precio para una gran parte de la población mauritana y el medio ambiente.

Por primera vez en la historia de los acuerdos de pesca entre la UE y Mauritania, el sector pesquero de este país ha sido consultado y así han podido denunciar cómo las costas de África occidental han sido mermadas por los grandes buques europeos y asiáticos en detrimento de la pesca artesanal tradicional, lo que ha empujado a muchos pescadores a buscarse la vida en otros sectores o a emigrar. Mientras no hace mucho los pescadores necesitaban 12 horas para conseguir una pesca provechosa, ahora necesitan 15 días para conseguir algo similar debido, principalmente, a la competición de los grandes buques industriales extranjeros en sus propias aguas territoriales.

Los pescadores mauritanos, junto con la nueva política pesquera europeas, han conseguido que el dinero que Mauritania recibe por este acuerdo se divida entre las tasas que pagan los barcos y la ayuda directa (70 millones de euros) que debe ir destinada a promover y mejorar el sector pesquero local. Así se evitan los problemas del pasado cuando la ayuda dada por la UE no fue invertida donde debía, sino desviada a otros fines.

Si, a pesar de la oposición del Gobierno español, el acuerdo fuera aprobado, habría que ver si de verdad, esta vez, beneficiará a los pescadores mauritanos y no solo a los europeos.

ACTUALIZACION a las 20.00 de hoy, 8 de octubre. Nos llega el siguiente boletín de prensa del Parlamento Europeo: "El Parlamento Europeo ha dado luz verde hoy a la renovación del acuerdo de asociación en el sector pesquero entre la UE y Mauritania. El nuevo protocolo de pesca, aprobado por 467 votos frente a 154 y 28 abstenciones, se mantendrá en vigor hasta diciembre de 2014. El eurodiputado responsable de este tema es el presidente de la comisión de Pesca, el español Gabriel Mato (PPE), quien propuso rechazar el protocolo debido a la exclusión de la flota cefalopodera".

El nuevo protocolo garantiza el acceso a los caladeros mauritanos de las flotas pesqueras de 12 Estados miembros, entre ellos España, pero con restricciones importantes, como la prohibición de que la flota cefalopodera europea faene en aguas mauritanas.

En el debate celebrado ayer por la tarde, Mato se refirió a las negociaciones con las autoridades mauritanas posteriores a la firma del acuerdo y subrayó que "a día de hoy, este acuerdo modificado es infinitamente mejor que el firmado inicialmente. Es positivo en muchos aspectos, pero todavía sigue teniendo una laguna y es que sigo sin entender las razones por las que se han negado a dar ni una sola oportunidad de pesca al sector cefalopodero".

"¿Es este acuerdo mejor que el anterior? Sí. ¿Ofrece más y mejores posibilidades de pesca? Sí. ¿Va a permitir que una parte de la flota que inicialmente había renunciado vaya a pescar? Sí. ¿Es todo esto suficiente? Ojala pudiera decir que sí, pero no lo puedo decir", concluyó el ponente.

Oportunidades de pesca, exclusión del pulpo. El acuerdo, el más importante en el sector pesquero entre la Unión Europea y un país extracomunitario en términos de volumen y variedad de especies, garantiza el acceso a los caladeros mauritanos de las flotas de 12 Estados miembros: España, Italia, Portugal, Grecia, Francia, Reino Unido, Malta, Holanda, Alemania, Polonia, Lituania y Letonia.

El nuevo protocolo pesquero abarca ocho categorías: especies pelágicas, merluza y especies demersales (aquellas que viven en el fondo del mar), mariscos (gamba, langostino, cigala y cangrejo) y atún. El acceso a los cefalópodos (pulpo) sería exclusivo para la flota mauritana, lo que perjudica especialmente a los barcos gallegos y canarios. En el protocolo anterior había 32 barcos cefalopoderos, de los que 24 eran españoles.

En el debate de ayer, los eurodiputados favorables al protocolo argumentaron que es más respetuoso con el medio ambiente que el actual y más coherente con la nueva política pesquera europea, que entrará en vigor en 2014.

Contrapartida financiera. El acuerdo aprobado hoy incluye una cláusula de derechos humanos y prevé su terminación si las posibilidades de pesca están infrautilizadas. De los 70 millones de euros anuales que la UE tiene que desembolsar, 67 millones se destinan al acceso a los recursos pesqueros, mientras que los 3 millones restantes contribuyen a desarrollar sectores específicos de la política pesquera del país norteafricano. Además, se estima que la industria pesquera europea aporta otros 40 millones en concepto de cánones por licencias de pesca.

Contexto. El anterior protocolo con Mauritania expiró el 31 de agosto de 2012. La Comisión Europea negoció uno nuevo, que se rubricó el 16 de diciembre de 2012, fecha en que entró en vigor de forma provisional. El nuevo protocolo abarca un periodo de dos años desde la fecha de su firma. Hasta ahora, la mayoría de las licencias de pesca mauritanas se han concedido a buques españoles, seguidos de los franceses.

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