Estabilizado el fuego que ha quemado 480 hectáreas en Mallorca
Los técnicos no descartan que el fuego fuese intencionado
Los servicios de extinción han dado por estabilizado esta tarde el incendio que desde las diez de la noche del martes ha calcinado 480 hectáreas en el noreste de Mallorca. El fuego se declaró apenas una semana después de que se diera por totalmente extinguido el peor incendio de la historia de Baleares, que arrasó 2.335 hectáreas de la Serra de Tramuntana.
La nueva zona quemada, en los municipios costeros de Artà y Capdepera, perteneció al Parque Natural de Llevant hasta 2003. Ese año, en su retorno al poder autonómico tras su etapa como ministro de Medio Ambiente, el Gobierno de Jaume Matas excluyó de la zona protegida a las fincas particulares, reduciendo el parque natural únicamente a los terrenos públicos. Artà, uno de los municipios menos urbanizados y con mayor tradición conservacionista de la isla, reclama desde hace años la ampliación del parque a sus límites anteriores.
Se desconocen por el momento las causas del fuego, que se declaró en un paraje apartado de la finca de Sa Duaia y se extendió a gran velocidad, favorecido por fuertes rachas de viento y por el tipo de vegetación predominante en la zona -arbustos, matorrales, carrizo y pino joven-. Ardieron mayoritariamente matojos y cardos, además de algunas zonas de pino joven. Fuentes del Institut Balear de la Natura (IBANAT) han indicado que “la investigación no descarta una intencionalidad” y el conseller balear de Medio Ambiente, Gabriel Company, avanzó esta mañana que los técnicos podrían determinar este miércoles si el incendio fue o no provocado. Company ha señalado como una “coincidencia muy curiosa” el hecho de que el origen de las llamas se halle prácticamente “en el mismo punto en el que se declaró otro gran fuego que calcinó 910 hectáreas en 1999”.
Después de recorrer la costa en dirección a Cala Mesquida, el frente se aproximó a una zona de casas aisladas, la mayoría de ellas segundas residencias veraniegas. Aunque no llegó a decretarse el nivel 2 de emergencia, que indica una amenaza grave para personas o inmuebles, unas 180 personas fueron desalojadas de madrugada. Los afectados han ido regresando a sus viviendas durante el día de hoy. Durante la noche, el resplandor fue visible incluso desde Menorca, desde donde se recibieron llamadas de alerta al 112. Una catarata de comentarios e imágenes inundaron las redes sociales desde los primeros instantes del incendio.
Desde primera hora de la mañana se han incorporado a las tareas de extinción una decena de medios aéreos. Durante la tarde, unos 130 efectivos –entre bomberos, agentes de la Guardia Civil, Policia Local y Protección Civil– han continuado combatiendo el fuego desde tierra. Desde Bétera (Valencia) se ha desplazado contingente de 80 miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME).
La zona afectada, protegida como área de interés natural y paisajístico, ya sufrió un grave incendio en 1992, cuando ardieron más de 1900 hectáreas. El historial de fuegos en este paraje es especialmente negro: aparte del gran fuego del 92, en los últimos veinte años se han quemado otras 2000 hectáreas en incendios de diversa magnitud, todos localizados en un radio aproximado de diez kilómetros.
Este es, por otro lado, el segundo gran incendio del verano en Mallorca. A finales de julio, las llamas llegaban a asolar más de 2300 hectáreas de diferentes parajes protegidos en la Serra de Tramuntana. El pueblo entero de Estellencs tuvo que ser desalojado por el riesgo que suponía el incendio. El fuego estuvo activo durante cuatro días en los que el desastre alcanzó al pequeño espacio natural privado de La Trapa, comprado por ecologistas en los 80 para evitar su urbanización y que se había convertido en un símbolo de protección de la naturaleza. Un hombre fue detenido y otros tres están también imputados como principales causantes del peor desastre medioambiental que ha sufrido la isla en décadas. Al parecer, se dejaron encendidas las brasas de una barbacoa. Los expertos estiman que el daño provocado puede tardar 80 años en desaparecer.
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