El Tiananmen egipcio

El Gobierno militar de Egipto ha cruzado el Rubicón este miércoles al enviar Fuerzas de seguridad a asaltar los campamentos de manifestantes que demandaban el regreso del presidente Morsi. (…) El baño de sangre causado por las tropas del Ministerio del Interior se cobró su mayor víctima política. Mohamed El Baradei, el líder liberal que apoyó el golpe de Estado, dimitió como vicepresidente. (…)

Antes del miércoles, había una posibilidad, aunque débil, de que la calma prevalecería en la mente de los militares egipcios y, con la liberación de los líderes de los Hermanos Musulmanes arrestados con cargos ficticios, habría una manera de anunciar un gobierno de unidad nacional (…).

El general Abdel Fattah al Sisi, ministro de Defensa, tomó el camino opuesto. Rechaza cualquier esperanza de integrar a los islamistas en el proceso político, y declara la guerra al movimiento político más grande de Egipto. (…)

Lo más probable es que continúen la represión y los arrestos (…) que avivarán las protestas. El desafío de los Hermanos se redoblará. (...)

La reacción internacional ha fracasado al valorar el significado de estos sucesos. (…) John Kerry, secretario de Estado norteamericano, pidió a ambos bandos dar un paso atrás. (…) Esto solo es retórica a menos que EE UU esté preparada para cortar los 1.300 millones de ayuda a los militares egipcios. (…) La inacción internacional en circunstancias de creciente represión militar en Egipto lleva a una mayor aquiescencia. La apuesta que EE UU valora más es la de que el general Sisi ganará. Parece muy arriesgada.

Londres, 14 de agosto